La nueva fecha de las elecciones en su segundo turno  convocada para el próximo 24 de enero, luego que el Consejo Electoral Provisional, alegara su imposibilidad de organizarlas por el poco tiempo y sin que todavía el Presidente Martelly haya firmado el decreto que las convoca, todavía no hay seguridad que las mismas se celebren con por lo menos los dos candidatos punteros.

Sin un bloque de partidos de la oposición que lo apoye, la participación de Celestin, sería un gran fracaso. El candidato del gobierno tiene todo el apoyo del  presidente Martelly, de un sector muy importante del empresariado afín al gobierno y goza de la confianza de la comunidad internacional. Se quiere más de Haití para desde  ahora tener garantizada su investidura.

 Distinto sería que el Señor Celestin fue a la segunda vuelta del próximo 24 de enero con una gran coalición de partidos sobre todo de los socialdemócratas, las dos facciones del partido de Aristide, La Familia Lavalás y hasta del apoyo del ex cura de San Juan Bosco, pero además de los democristianos con la señora Manigat y de otras fuerzas sociales y de los campesinos que también están agrupados en importantes fuerzas políticas. Serían unos comicios cerrados.

  Sin ese apoyo del que hablamos, sería casi un suicidio político que Celestin de presente a la segunda vuelta. El mismo denunció fraude en las elecciones. Sin embargo, ha mantenido un silencio casi sepulcral en el Haití donde se come, cena y desayuna con política electoral durante todos estos días.

 La carta enviada por el Consejo Electoral Provisional al presidente Martelly con la fecha del 24 de enero para celebrar los comicios en su segundo turno entre Jude Célestin, que quedó en segundo lugar con el 25 por ciento de los votos emitidos y  el hasta ahora desconocido Jovenel Moïse, quien llegó a la segunda vuelta con el 32 por ciento de los sufragios, no indica que esos comicios vayan a celebrarse en esa fecha. El presidente haitiano que dicen tiene intensiones de quedarse un poco más de tiempo en el gobierno gobernando sin fiscalización del parlamento haitiano, cesado desde enero del año 2015, justo un en estos días un año.

 Podría mantener la fecha del 17 de enero y trancar el juego, ante la imposibilidad de en tan poco tiempo celebrar unas elecciones que ya de por sí han recibido el cuestionamiento del conglomerado político pero bendecida por la comunidad internacional.

 Pero si finalmente, Martelly emite el decreto convocando los comicios para el 24 de enero, Celestin tiene la palabra. O se arriesga a perder por segunda vez unos comicios presidenciales o se retira alegando lo que inicialmente el mismo había dicho que los comicios del 25 de octubre fueron fraudulentos y que claramente había la intensión de favorecer el candidato del  gobierno, el Señor Jovenel. En las elecciones pasadas Celestín perdió  del actual presidente Martelly. Ahora corre el riesgo de volver perder unos comicios que si bien Martelly no es candidato, pero el Jovenel es su pupilo, ha hecho campaña hasta más no poder a favor del joven candidato desconocido para la mayoría de los y las haitianas.

 Celestín tiene la palabra.