Hace un par de semanas disfruté de la presentación del documental “Caribbean Fantasy” en el cine Colonial. Este documental está elaborado por la compañía Markandal, con la dirección y producción de Johanne Gómez Terrero y el equipo de producción formado por Tony Then y Michelle Ricardo.

 El documental es impactante. Presenta la cotidianidad del río Ozama, la vida de muchas personas en condiciones de pobreza extrema residentes en los barrios que colindan con el río.

El documental muestra magistralmente esa vida invisible que tienen las personas que conviven con el río en una relación de sobrevivencia, transporte y permanencia en el mismo.

La mirada a estas condiciones de vida se realiza desde un hombre quien muestra en su rostro y en sus gestos la tristeza y la amargura de una vida circular en la que se encuentra atrapado, siendo víctima de violaciones de sus derechos fundamentales. No tiene documentos, es emigrante de una comunidad rural del Cibao y tiene muy pocas alternativas de salir de este círculo de miseria y pobreza extrema.

Otras de las dimensiones de esa cotidianidad que ocurre debajo del puente son las siguientes:

• Viviendas altamente vulnerables con paredes de material desechable, sin condiciones mínimas para una vida digna
• Hacinamiento en el que se vive sin fronteras claras entre lo íntimo-lo privado y lo público.
• Precariedad en los servicios de agua potable y electricidad, casi inexistente.
• Ausencia de saneamiento ambiental, alta contaminación del río.
• Exclusión social de la población indocumentada, no pueden crear su propia estrategia de sobrevivencia, teniendo que depender de otros que extraen casi la totalidad de los beneficios.
• El río como medio de transporte. A un lado y otro del río la gente se moviliza continuamente y su medio de transporte es “la yola”
• Recreación y ocio basado en el consumo de alcohol y juca en población adulta y joven de estos barrios.
• Fuerte presencia de la religiosidad con énfasis en la religión protestante.
• Desigualdad social. El contraste entre arriba y abajo del puente, entre la yola y el crucero, ambos en el mismo río.
Es una radiografía del río Ozama y de los barrios marginados que colindan con él, su gente vive del río y en el río.
El aporte del documental es el de visibilizar –fotografiar esta realidad, convirtiéndose así en una herramienta valiosa para procesos educativos y de sensibilización en la educación formal y no-formal para todos los estratos sociales.

Mucha gente que transita por los puentes desconoce casi por completo lo que pasa debajo del puente y como se vive allí.