La Facultad de Humanidades (FH) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) implementará el programa “Humanidades Verde”, que consiste en la restauración pertinente del manejo medioambiental en el entorno universitario, con la utilización de esa unidad académica como proyecto piloto para el manejo de todo el campus.
El citado plan tiene como objetivo crear un espacio de armonía entre la docencia y el medioambiente, según explicó el decano de la FH, maestro Augusto Bravo, previo al encuentro que sostuvo para tratar este tema con la Comisión Ambiental de la Primera Universidad del Nuevo Mundo.
En la citada reunión, expertos en temas relacionados con las circunstancias o factores físicos y biológicos que rodean a los seres vivos discutieron la forma de contribuir, mediante la elaboración de un documento o plan de ordenamiento y protocolo que garantice la permanencia de este esfuerzo más allá de cualquier gestión.
Según explicó el biólogo, ambientalista, profesor e investigador, Luis Carvajal, se busca también el manejo de la biodiversidad, que la flora esté al servicio de la fauna y ambas permitan e incremente la posibilidad de convertirla en un muestrario nativo y endémico, que sirva para la docencia, y museográfica.
Asimismo, Carvajal dijo que el campus ha tenido plantas que han existido siempre en la isla, que atraen una diversidad de aves, anfibios, reptiles e insectos, elementos que sirven de escuela para los estudiantes, por lo que se puede evaluar la ética de los alumnos en el manejo integral de los espacios.
Igualmente, criticó que en la UASD se han hecho muchas intervenciones inadecuadas y que se ha procedido a sembrar plantas innecesarias, como la Casualina, que la gente suele confundir con Pino y es necesaria la sustitución, en beneficio de las especies nativas, que interactúan, con nuestra fauna y que realmente reforzaría las actividades docentes.
El también ambientalista Simón Guerrero indicó que ese proyecto tiene un componente científico, donde se colectan datos, relativos a la conservación, con el interés de que el campus sea más amigable a las especies nativas, pues estas actúan más con las plantas oriundas y permiten reforzar la labor docente, de extensión, investigación, museográfica.
Sostuvo Guerrero que se insiste en sembrar plantas exóticas, foráneas, nativas de otros países, las que son de otro país, se estaría construyendo es un desierto verde, pero no hay vida porque la biodiversidad de ese lugar no se maneja con esa.
Finalmente, se habló de las plantas invasoras, que son aquellas de rápido crecimiento que aprovechan la mayor cantidad de luz y la ausencia de árboles que les hagan competencia, para colonizar rápidamente el suelo descubierto y en el campus se encuentran: el Nín, la Melina, Caliandra, Casuarina, entre otras.