Nueva York, 4 de junio de 2025: La Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia Sexual en los Conflictos, Pramila Patten, expresa su profunda preocupación por los crecientes niveles de violencia sexual que se infligen a las mujeres y las niñas en medio del empeoramiento de la violencia de las pandillas en Haití.
La situación ha llegado a un punto de ruptura. Desde principios de año, las denuncias de violencia sexual -en particular violaciones y violaciones en grupo- han aumentado a un ritmo alarmante. "Estos crímenes atroces se concentran abrumadoramente en áreas bajo control de pandillas, donde la presencia del Estado es prácticamente inexistente. En muchos casos, la violencia sexual se utiliza de forma deliberada y sistemática para afirmar el dominio y castigar a las comunidades", declaró la Representante Especial Patten. Las mujeres y las niñas son cada vez más objeto de violencia sexual, junto con otros delitos graves, como el secuestro y los asesinatos durante los ataques de las pandillas. Los sobrevivientes a menudo son agredidos en sus propios hogares o espacios públicos. De manera alarmante, en los últimos ocho meses se ha producido un aumento dramático de los casos documentados de esclavitud sexual, lo que ejemplifica aún más la brutal opresión de las mujeres y las niñas.
Me hago eco de la condena del Secretario General y del Consejo de Seguridad a las atrocidades generalizadas perpetradas por las bandas armadas, incluida la violencia sexual relacionada con los conflictos y la trata con fines de explotación sexual. Es esencial que se tomen medidas concretas e inmediatas para mejorar la protección de los haitianos, dando prioridad a los que corren mayor riesgo", instó el Representante Especial Patten.
El despliegue completo de la misión de Apoyo a la Seguridad Multinacional (MSS, por sus siglas en inglés) para reforzar las fuerzas de seguridad nacional haitianas, junto con la aplicación de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU destinadas a paralizar las operaciones de las pandillas, en particular el flujo ilícito de armas que alimenta estos delitos, nunca ha sido más urgente. La inseguridad generalizada y la crisis humanitaria más amplia están deshaciendo el tejido social, desplazando a miles de personas y empujando a muchas a refugios superpoblados e inseguros. El acceso a los servicios esenciales, incluido el apoyo médico y psicológico para los supervivientes, sigue siendo muy limitado. El cierre de instalaciones de salud esenciales debido a la inseguridad ha puesto aún más a prueba un sistema ya frágil, mientras que la impunidad de estos delitos envalentona a los perpetradores.
Es necesario adoptar medidas urgentes y decisivas. La reciente aprobación de un decreto por el que se establecen dos Unidades Judiciales Especializadas, apoyadas por las Naciones Unidas -incluida una centrada en delitos masivos como la violencia sexual- y la reapertura del Tribunal de Primera Instancia de Puerto Príncipe, marca un avance decisivo hacia la rendición de cuentas y el restablecimiento del estado de derecho.
Insto al Gobierno de Haití a que acelere la puesta en marcha de estas Unidades y exhorto a la comunidad internacional a que apoye estos esfuerzos nacionales. Es esencial garantizar una financiación adecuada para que los proveedores de servicios puedan satisfacer las necesidades sanitarias, psicológicas y de reintegración de los supervivientes. Poner fin a la impunidad es un paso fundamental para romper el ciclo de violencia y restaurar la dignidad y la seguridad de las mujeres y las niñas de Haití", concluyó la Representante Especial del Secretario General Patten.