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La encargada de la ONU de velar por los derechos humanos afirma que la substitución de los jueces solo puede darse en caso de faltas graves de conducta o de incompetencia y que la separación de poderes es la piedra angular de las democracias. 

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió este martes que la destitución sin el debido proceso de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y del fiscal general del país por parte de la Asamblea Legislativa Salvadoreña socava gravemente la democracia y el Estado de derecho.

“La separación de poderes es la piedra angular de cualquier democracia. Debilitar el control que uno ejerce sobre el otro provoca la erosión de los pilares del estado de derecho y, por ende, del sistema democrático de un país”, afirmó Michelle Bachelet.

La Asamblea Legislativa Salvadoreña destituyó el pasado sábado a todos los miembros de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia -que consta de cinco magistrados permanentes y sus suplentes- argumentando que éstos actuaron de modo inconstitucional al fallar en contra de las decisiones tomadas por el ministerio de Sanidad en relación con la pandemia de la COVID-19.

A continuación, los legisladores cesaron al fiscal general de la nación centroamericana alegando conexiones de éste con un partido de la oposición. Tras ambos despidos, en las horas siguientes se procedió a su substitución.

Bachelet recordó que, según las normas y estándares internacionales de derechos humanos, “los jueces solo pueden ser substituidos en caso de faltas graves de conducta o de incompetencia, de acuerdo con un procedimiento justo que asegure la objetividad y la imparcialidad establecida en la constitución o la ley”, refiriéndose al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que El Salvador ha ratificado.