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“Lo que nos mueve, más aún en este tiempo de Adviento que comienza, es la esperanza. La esperanza en un país de hermanos y hermanas, la esperanza en la posibilidad de generar una sociedad cada vez más inclusiva, dialogante, compasiva y cargada de bondad, que se verifique en un sistema tributario más equitativo y que disminuya tantos privilegios de los más ricos y poderosos de nuestro país”, afirma en su inicio la declaración difundida recientemente.

Agregan que “por este motivo, junto al Papa Francisco y junto a muchos y muchas testigos de la Iglesia de base, queremos decir hoy día: ¡No nos robarán la esperanza!”.

Desde comunidades de base

La iniciativa surgió en varias comunidades eclesiales de base donde hubo acuerdo en no permanecer indiferentes ante la oportunidad que vive el país. La llevaron a un encuentro de discernimiento del cual surgió un equipo coordinador. Aprobada la redacción, se difundió en esas mismas comunidades y de allí se diseminó a organizaciones y agrupaciones católicas de Santiago y de regiones, donde ha encontrado calurosa acogida.

La principal preocupación detonante fue que, en la actual campaña electoral por la definición del futuro presidente de la República, el relato cristiano aparece apropiado por uno de los candidatos, José Antonio Kast, que representa la alianza Frente Social Cristiano, integrada por su Partido Republicano y el Partido Conservador Cristiano.

Ante eso, la declaración afirma: “Nos duele que el apelativo de cristiano pretenda ser apropiado por un programa y una candidatura que, según lo que entendemos, dista tanto del proyecto del Reino anunciado por Jesús de Nazaret. Eso nos mueve, aún con más fuerza, a elevar una palabra profética y esperanzadora”.

“Chile, su pueblo, sus familias, sus niños y niñas merecen más, continúa la declaración. Merecen amor y no odio, merecen dignidad humana y no competencia neoliberal, merecen respeto a los derechos humanos y no negacionismo, merecen un medio ambiente libre de contaminación y no la explotación de la naturaleza y sus especies, merecen inclusión y respeto a la diversidad y no discriminación. En definitiva, merecen belleza, fiesta y alegría”.

Siguen aumentando las adhesiones a esta declaración que ya alcanza las mil firmas.

Compromiso con los empobrecidos

Los firmantes adhieren a estos argumentos de la declaración: “Sabemos que los valores y principios éticos que nos mueven no se transforman fácilmente en estructuras sociopolíticas ni en programas de gobierno. El Evangelio de Jesús y el espíritu de las Bienventuranzas (Mt 5, 1-12), apuntan a un horizonte que moviliza nuestra vida ética, nuestras acciones y espiritualidad. En ese sentido es un camino que se construye entre todos y todas, desde lo pequeño y cotidiano”.

“Así mismo, agregan, la opción del Dios de Jesús al haberse encarnado en medio del pueblo, nos impele a una palabra y, sobre todo, una acción concreta en vistas del compromiso con los y las empobrecidas, luchando por la justicia y dignidad, en defensa de los derechos humanos, la vida digna y el cuidado de la casa común”.

Por ello concluyen que “no es posible callar en estos momentos que vivimos como país. No es posible mirar la realidad desde el balcón de la neutralidad. Por eso, queremos públicamente manifestar nuestra adhesión al proyecto colectivo, dialogante, abierto, feminista, ecológico y territorial expresado en la candidatura de Gabriel Boric”.

Diputado

Nacido en Punta Arenas, Boric tiene 35 años. En 2004, ingresó a estudiar Derecho en la Universidad de Chile, en Santiago, de la que egresó. Fue presidente de la Federación de Estudiantes de esa universidad, período en el que lideró el movimiento estudiantil que comenzó con manifestaciones callejeras en 2011.

En marzo de 2014, asumió como diputado por la Región de Magallanes, siendo el único candidato independiente que logró un escaño. En noviembre de 2017, fue reelecto en representación del Movimiento Autonomista dentro del Pacto Frente Amplio, obteniendo la segunda mayoría nacional.

A partir de los hechos producidos por el “estallido social” de octubre de 2019, participó en la firma del ‘Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución’, suscrito el 15 de noviembre del mismo año, y que dio origen al actual proceso constituyente en Chile.