El bloqueo a la entrada de combustible en Haití paraliza la economía y deteriora la situación humanitaria, denunciaron varios estamentos de la cooperación nacional e internacional

La principal terminal de entrada de combustible en Haití, la terminal Varreux, se encuentra bloqueada desde el mes pasado por pandillas que protestan por el recorte a los subsidios de ese bien básico. El bloqueo ha paralizado la economía luego de que se agotaran los suministros de gasolina y diésel.

Las Naciones Unidas y la comunidad humanitaria en Haití destacaron las consecuencias funestas de esta paralización en la situación humanitaria de la población, especialmente en el contexto de un rebrote de cólera, e instaron a que se abra un corredor humanitario que permita la distribución de combustible para atender las necesidades más imperiosas de la gente.

El bloqueo ha provocado desde hace varias semanas el cierre de centros de salud, y la interrupción de los servicios de tratamiento de agua. El acceso al agua potable, el saneamiento y la atención de la salud es esencial para prevenir y responder rápidamente al cólera, cuyo resurgimiento pondría en riesgo a 1,2 millones de niños, según UNICEF.

La ONU reportó que, además, con el deterioro de las condiciones operativas de muchos centros de salud y hospitales, unas 28.900 mujeres embarazadas y más de 28.000 recién nacidos corren el riesgo de no recibir atención médica, mientras que 9965 complicaciones obstétricas quedarían sin tratamiento en los próximos meses. Además, la crisis del combustible podría agravar aún más la inseguridad alimentaria en el país, que ya alcanzaría al 45% de la población según proyecciones realizadas en marzo de 2022.