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Opinión | José Luis Soto

Los fondos de la  Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS) no están en juego, ni están siendo afectados como para que pueda verse afectada su labor, en el proceso de lucha contra las bandas haitianas, como se establece en el mandato de Naciones Unidas y la comunidad internacional.

Es importante aclarar  a una parte de la opinión pública y grupos interesados que la fuente de financiación de la MSS proviene  de distintos Gobiernos  y agencias  estatales entre las cuales están Canadá, el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DOD), el Departamento de Estado, directamente.

También, la  Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS), cuenta con el apoyo financiero del Fondo Fiduciario de la Organización de Naciones Unidas que recibe contribuciones de varios gobiernos y estados, incluyendo al de los Estados Unidas.

Una fuente bien informada sobre el tema Haití y la financiación de la MSS, consultada dijo que la misión extranjera  de apoyo a la Policía Nacional de Haití no corre peligro de verse afectada por falta de financiamiento hasta estos momentos.

“Yo tengo confirmación de UN qué los fondos suspendidos son exclusivamente los ofrecidos como contribución al Fondo Fiduciario. Ese ofrecimiento era de 15 millones y ahora  han bloqueado 13. Pero el fondo tiene efectivamente otras contribuciones de varios países por 110 millones de dólares”, dijo la fuente de Espacinsular.

Esa misma fuente reveló a Espacinsular que tanto el Departamento de Estado como el Ministerio de Defensa de Estados Unidos, ambos estamentos oficiales,  han confirmado, reiterado, que se mantienen los compromisos de apoyo financiero a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS). “No han sido suspendidos”, como presuntamente se ha estado difundiendo en redes y medios de comunicación tradicionales.      

En Haití una situación desesperante necesita de más apoyo internacional para ganarle la guerra abierta de las bandas armadas que aterrorizan a la población.

El informe más reciente sobre los derechos humanos señala el grave deterioro de la seguridad y las víctimas de la guerra sucia de las bandas haitianas que atacan despiadadamente a la población.

Datos que hablan por sí solos

“Entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de 2024, según datos de la BINUH, al menos 1.732 personas murieron y 411 resultaron heridas en actos de violencia de pandillas y grupos parapoliciales, así como en operaciones policiales. Esto eleva el total de personas asesinadas a 5.626 y las heridas a 2.213 durante 2024. Mientras tanto, al menos 431 personas fueron secuestradas para pedir rescate por pandillas durante el último trimestre del año, lo que eleva el número total de secuestros a 1.494 en 2024”, indica el último informe de derechos humanos de la BINUH (1), publicado apenas este 3 de febrero de 2025.

Una realidad alarmante en el conflicto haitiano ha sido y sigue siendo las masacres  perpetradas por las bandas haitianas. Por lo menos tres grandes masacres dejaron un saldo de más de 300 personas muertas en el barrio de Wharf Jérémie (comuna de Puerto Príncipe), así como en la localidad de Pont Sondé (comuna de Saint Marc) y en la comuna de Petite Rivière de l'Artibonite, en el departamento de Artibonite. (2)  

El informe, también detalla con preocupación el aumento de los llamados juicios populares. “También se caracterizó por una consolidación del fenómeno de la "justicia popular" como una fuente importante de violaciones de los derechos humanos. Durante el período analizado, al menos 268 personas fueron linchadas o ejecutadas en estas circunstancias, cifra que aumentó a más de 596 en 2024.” (3)

Campaña a favor de la transformación de la MSS en una Misión de Paz

El canciller haitiano,  Jean-Victor Harvel JEAN-BAPTISTE, durante la última reunión de seguimiento del  Consejo de Seguridad de Naciones Unidas   de la crisis haitiana,  abogó firmemente por la transformación de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) en una Misión de Operación de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas en Haití. Recordó con gravedad que cada día de inacción empeora el sufrimiento de las familias desconsoladas, de las mujeres que viven con miedo y de los jóvenes cuyos sueños se ven destrozados por la violencia armada. 

“La angustia de las familias que lloran a sus hijos, de las mujeres aterrorizadas y de los jóvenes privados de un futuro próspero ya no puede esperar. Instamos a la comunidad internacional a actuar ahora, porque el tiempo es un lujo que nuestra nación ya no puede permitirse”, dijo el Canciller JEAN-BAPTISTE a los miembros del Consejo. (4)

En esa reunión del Consejo de Seguridad  de Naciones Unidas, República Dominicana, el vecino más cercano de Haití, por voz de su canciller Roberto Álvarez, expresó que la MSS necesita ser robustecida debido a la realidad que  en el terreno demuestra que las medidas aún no han sido suficientes para superar la grave crisis.

Canciller Álvarez “Entendemos que tan pronto se reciba el informe del secretario general este órgano debe iniciar las discusiones pertinentes con miras a evaluar las recomendaciones y poner en práctica aquellas que conformen un mecanismo robusto y sostenible, con un mandato claramente definido, tendente a finalmente restablecer la estabilidad y la paz en Haití”, añadió Roberto Álvarez. (5)

 El canciller ponderó que llegó el momento de que esta organización asuma un rol más efectivo en la pacificación en Haití acompañando a las autoridades de ese país. “La carta de Naciones Unidas es muy clara al asignar a este Consejo la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. Esta responsabilidad nos compromete a persistir en el desempeño de ese importante rol de liderazgo allí donde más se necesita de manera oportuna”, agregó.

La campaña para que se transforme la  Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS)  en una Misión de Paz está en marcha. Para lograr éxitos necesitan de países con capacidad de incidir en el  Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. No se descarta tampoco que se recurra a métodos pocos ortodoxos como la desinformación, a la hora de promover la  transformación de la MSS en otra Misión de Paz en Haití como la Minustah y otras que terminaron como llegaron Haití, sin nada.