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Opinión | Amparo Chantada/Arquitecta y analista social

En el 2005 constatamos, en la zona fronteriza, la ampliación del espejo de agua de los dos lagos (Azuei y Enriquillo) y vimos cómo todas las infraestructuras estaban amenazadas de inundación. Más de diez teorías sincrónicamente trataron de explicar las causas. Todas tenían algo de veredicto pero…

 

Volvimos en este mes de abril y no vimos ni las instalaciones aduanales, ni los almacenes, ni la carretera que une Jimaní a Boca de Cachón; vimos todos los poblados preocupados por el abandono y también nos sorprendimos al ver todas las lagunas rebozadas, las de aquí y las de allá: Mirogane, Trou Caiman, surgió una nueva laguna en Corail. Para nosotros, desde el primer momento pensamos en el aumento del nivel del mar, intrusión del mar en el manto freático, movimientos en las fallas y una relación de vasos comunicantes entre los lagos Azuei y Enriquillo. No dudamos un minuto en hablar de efectos del cambio climático, que no es solo un problema medio-ambiental sino también ético.

Esto pone de relieve la necesidad de convencer al Gobierno de que el fenómeno al cual asistimos es producto de las actividades antropogénicas y que se requiere una resolución global de todos sus ministerios y de diferentes estrategias de decisión que respondan a la naturaleza específica del cambio climático.

Los países “en vías de desarrollo” se enfrentan a desafíos especialmente difíciles en esta tarea.

Muchos sufrirán aún más los impactos del cambio climático debido a factores que escapan a su control, como por ejemplo su geografía, su ubicación y la distribución espacial de su población. No obstante, hoy, es esencial integrar además los riesgos climáticos en las decisiones gubernamentales.

El Gobierno no ha tomado las medidas de adaptación, difíciles de enumerar todas pero empezar por la re-ubicación de Boca de Cachón no fue la más pensada: la zona necesita otras medidas urgentes para reactivar sus actividades, preservar sus zonas altas/húmedas e integrarla tanto a Haití como al resto de la República, ser del Sur Oeste no puede ser asociado a contrabando y a carbón vegetal.

La zona amerita acciones concertadas producto de estudios científicos y visiones de futuro, donde la palabra “integración” debe ser el norte. Boca de Cachón demuestra la complejidad y sencillez a la vez del ser humano: vivir bien cobijado es vital pero para qué y de qué? Qué pregunta!