Esta modificación a la constitución podrá ser legal pero no legítima.

Esta modificación a la constitución es el resultado de una mayoría absoluta obtenida con base a acuerdos hechos al margen de las militancias de sus propios partidos, tomando en cuenta intereses particulares y no intereses de país.

En estos acuerdos se han tomado decisiones que laceran la más mínima regla de la democracia política.

La reelección tiene un alto costo político para la democracia y la institucionalidad democrática en la República Dominicana.

Junto a una parte importante de la población, sentimos que hay sectores que quieren seguir manejando el país como si fuera un feudo de su propiedad.

Como dominicana, como representante del pueblo, expreso mi indignación y rechazo a la modificación que se nos propone con el único objetivo de restablecer la reelección del actual presidente de la República.

Igualmente vemos con indignación como se están reviviendo momentos y prácticas que creíamos superadas en el país, y expresamos el temor de que estemos ante un aumento incontrolable del clientelismo, la corrupción política y la impunidad.

Lo que necesita el país es respeto a la institucionalidad.

Nuestro deber es garantizar derechos, respetar las leyes abrir el Congreso a la participación activa de la ciudadanía.

La Constitución del año 2010 necesita reformarse, pero bajo una visión integral para mejorar derechos y garantizar mejor calidad de vida de los dominicanos y dominicanas, no para fines particulares, grupales y corporativos.

Y hay que hacerlo mediante una Asamblea Constituyente con participación de todos los sectores de la vida nacional.

Hoy, será recordado en la historia nacional como un día triste, en el que intereses privados se impusieron al bien común y a los intereses de la Patria.

Propongo que se mantenga el Art. 124 con la redacción de la Constitución del 2010

Guadalupe Valdez

Diputada Nacional

 6 de junio, 2015