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Opinión | Maximiliano Dueñas Guzmán

“Debemos crear medios de comunicación que alientan al diálogo y al debate: medios que favorezcan a las mujeres y la creatividad popular: medios que reafirmen la sabiduría y los conocimientos de las mujeres y que hagan de las personas sujetos y no objetos o blancos de los medios”. Esta es una de las afirmaciones del Encuentro de Bangkok (Tailandia) 1994, tal vez una de las reuniones mundiales más célebres entre las personas que promueven la democratización de la comunicación. Fue en ese encuentro, que reunió más de 400 personas de 80 países, que se propuso la creación de un Proyecto Mundial de Monitoreo de Medios (GMMP por sus siglas en inglés) para documentar la representación de la mujer en los medios de comunicación. En los inicios del 1995, se escogió el 18 de enero para realizar el primer monitoreo mundial de medios. Los resultados de ese estudio influyeron la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, actividad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebrada en Beijing en 1995, ya que ahí se logró la aprobación de dos objetivos relacionados con la mujer y los medios de comunicación: el aumento en el acceso y participación de la mujer en los medios, y, segundo, la promoción de una representación no estereotipada de la mujer en los medios de comunicación.

 Desde ese primer GMMP en el 1995, se buscó un método de clasificación de noticias  que fuese minucioso y preciso pero al mismo tiempo que permitiese la participación de muchas personas. La minuciosidad y precisión del método le darían legitimidad al estudio ante los poderes del saber (la comunidad científica) y los poderes políticos  y económicos (gobiernos y empresas propietarias de medios de comunicación). El diseño de la dimensión participativa del método respaldaría el objetivo democratizador del GMMP.  Así, el método diseñado permitió la participación de centenares de personas en la clasificación de las formas en que se presenta a la mujer en las noticias de radio, prensa escrita y televisión e hizo posible la comparación de los resultados a través de los 71 países participantes.

Los resultados de ese primer GMMP corroboraron lo que múltiples foros habían denunciado: la mujer es casi invisible en las noticias. El análisis arrojó que en el día del monitoreo—el 18 de enero de 1995—las mujeres sólo fueron el 17 por ciento de las personas incluidas en las 15,000 noticias de los 71 países. Esto, a pesar de que las mujeres fueron el 43 por ciento de los/as periodistas que produjeron esas 15,000 noticias. La invisibilidad fue peor en radio, donde las mujeres sólo constituyeron el 15 por ciento de las personas en las noticias. La prensa escrita no estuvo muy lejos, ahí  las mujeres fueron el 16 por ciento de la población de las noticias. En televisión, casi salieron de la invisibilidad, pues las mujeres formaron el 21 por ciento de las personas en las noticias. Al clasificar la presencia de la mujer por tipo de noticias, se evidenció que la mujer salió de la invisibilidad noticiosa sólo cuando se le pudo representar como víctima: hubo más mujeres que hombres en noticias de accidentes, crímenes y desastres naturales.

La implantación de esta investigación con la participación de cientos de voluntarios/as a través del mundo, el fortalecimiento de vínculos entre grupos de base y organizaciones internacionales, tales como UNESCO y la producción de conocimiento para fortalecer esfuerzos para democratizar los medios de comunicación fueron los logros concretos de ese primer GMMP. Respecto a la dimensión participativa del proyecto, una de las organizadoras caracterizó al GMMP como “uno de los esfuerzos colectivos más extraordinarios hasta ahora organizados por el movimiento global de mujeres”. A la luz  de estos logros, las organizadoras del GMMP se dieron a la tarea de replicar el estudio cada cinco años.

A pesar de estos logros, los resultados de los GMMP de 2000 y 2005 no demostraron cambios significativos en la ausencia dramática de la mujer en las noticias del mundo.  Para el GMMP del 2000, se seleccionó el 1 de febrero como el día de monitoreo internacional. En esa fecha, centenares de voluntarios utilizaron las hojas de clasificación del GMMP para monitorear cómo la mujer era representada en 16,000 noticias de radio, prensa y televisión en 70 países. Los resultados fueron muy similares a los del GMMP de 1995: las mujeres fueron el 18 por ciento de las personas en las noticias. En noticias de televisión, las mujeres fueron el 22 por ciento de personas presentadas; en prensa, el 17 por ciento y en radio, el 13 por ciento. Nuevamente, el por ciento de mujeres representadas como víctimas sobrepaso el por ciento de hombres representados en ese rol.

En el GMMP de 2005, centenares de voluntarios en 76 países monitorearon 13,000 noticias el 16 de febrero. En este tercer monitoreo, las mujeres fueron el 21 por ciento de las personas en las noticias; 22 por ciento de las personas representadas en las noticias de televisión; 17 por ciento en las de radio y 21 por ciento en las de prensa escrita. La mujer se representó como víctima el doble de veces que el hombre. En esta ocasión, se clasificaron noticias según refuerzan o desafían estereotipos de la mujer, y se halló que las que refuerzan duplicaron el número que desafían. Estos estereotipos de la mujer predominaron en noticias sobre celebridades, deportes y entretenimiento.

Quince años después del primer monitoreo internacional, se celebró el cuarto, el cual reveló una leve mejoría con respecto a los resultados del primer monitoreo.  En el del 2010, participaron voluntarios de 108 países y se clasificaron 16,734 noticias de los mismos tres medios. Además, en esta ocasión también se incluyeron sobre mil noticias de 76 páginas de Internet en 16 países y 8 páginas transnacionales, para un total de 84 fuentes de noticias cibernéticas. Las mujeres fueron el 24 por ciento de las personas representadas en las noticias de los medios tradicionales: 24 por ciento en televisión y prensa escrita y 22 por ciento en radio, y el 23 por ciento en noticias cibernéticas. Al igual que en el monitoreo de 2005, la mujer fue representada como víctima el doble de veces que el hombre. Hubo siete noticias que reforzaron estereotipos por cada una que los desafió. Esta tendencia a reforzar estereotipos en la representación noticiosa de la mujer fue aún más marcada en noticias de Internet.

Puerto Rico ha participado en el GMMP desde el 2000, aunque en la mayoría de los casos el monitoreo ha sido realizado por docentes y estudiantes universitarios. Para el 2000, el análisis de noticias de radio, prensa y televisión puertorriqueñas arrojó que las mujeres fueron el 28 por ciento de personas representadas. Este por ciento fue uno de los más altos entre los 70 países que participaron en el segundo GMMP Sin embargo, en el GMMP del 2005 las mujeres fueron reducidas al 26 por ciento de las personas representadas en las noticias. En ese año, la cantidad de noticias que reforzaron estereotipos fue el doble de las que los desafiaron. Para el GMMP del 2010, se analizaron 142 noticias de los tres medios tradicionales. El análisis de estas noticias arrojó que las mujeres fueron el 29 por ciento de las personas representadas. El tema de desigualdad de género estuvo ausente del conjunto de noticias de ese día.

Es indiscutible que el GMMP ha producido resultados significativos en cuatro áreas. Primero, ha contribuido al fortalecimiento de los lazos horizontales entre organizaciones feministas y aquellas que fomentan la democratización de la comunicación. Esto se evidencia en el Caribe por la ampliación de esfuerzos colaborativos entre organizaciones tal como REFRAKA, la red de radios comunitarias de mujeres en Haití, Jamaica Women´s Media Watch, una de las organizaciones feministas en el Caribe con mayor experiencia en monitoreo de medios, y Espacinsular de República Dominicana.  Segundo, el GMMP ha producido un fortalecimiento de lazos verticales entre organizaciones de base como REFRAKA y agencias de la ONU como la UNESCO y UNIFEM. Tercero, ha permitido una socialización de destrezas y conocimientos relacionados con monitoreo de medios. Cuarto, ha contribuido a revelar cómo los medios de comunicación contribuyen a producir y reproducir relaciones de desigualdad.

Sin embargo, una comparación de los resultados de los GMMP del 1995 y del 2010, ilustra que a la mujer se le sigue negando la participación efectiva en ese espacio privilegiado de nuestra realidad social—lo noticioso—, y que cuando sí logra participar en la noticia lo hace como estereotipo. Para Claudia Padovani, científica política italiana quien ha estudiado redes feministas y cambio social, esta combinación de logros valiosos y frustraciones ante la incapacidad de producir un cambio auténtico en las formas en que la mujer es representada en los medios de comunicación, abre un espacio fructífero para investigar los esfuerzos de democratización participativa. Ella sugiere que redefinamos el poder social, que lo pensemos no como capacidad para controlar a otros, sino precisamente como la habilidad para cambiar nuestras propias formas de pensar y actuar.

Referencias:

Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer

Declaración de Encuentro de Bangkok 1994

Documentos del GMMP

Padovani, C. (2010). Assessing the empowering potential of gender-based advocacy networks en Media Development.

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