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Opinión | TAHIRA VARGAS GARCÍA

“Si alguien quiere saber cuál es mi patria, no la busque, no pregunte por ella”. (Pedro Mir).Este inicio del maravilloso poema de Don Pedro Mir, nuestro poeta nacional, nos llama a buscar la patria. ¿Dónde está la patria?

 

En el poema Don Pedro Mir brillantemente hace referencia a nuestra riqueza, recursos naturales, pero también a la lucha cotidiana, a la vida, a nuestra gente, nuestra cultura y nuestras luchas, entre muchas otras dimensiones.

Cada cierto tiempo se presentan grupos llamados “nacionalistas” que usan el concepto de “patria” y patriotismo para atacar, insultar y amenazar de forma violenta a organizaciones y personas que apegadas a principios patrióticos asumen públicamente la defensa de los derechos humanos y del ejercicio ciudadano de nuestro pueblo y de la población migrante haitiana. En estos días se han producido amenazas (como cada cierto tiempo) hacia comunicadores sociales con una labor encomiable en este país como Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora, Amelia Deschamps y Roberto Cavada, que hacen un gran aporte al fomento de la educación ciudadana desde los medios de comunicación, cubriendo los vacíos de instituciones del Estado, legisladores y sobre todo el sistema educativo.

La gran pregunta de Don Pedro Mir, ¿Cuál es mi Patria? ¿Dónde está la Patria? Nosotros entendemos que tiene su respuesta en la vida cotidiana de nuestro pueblo, en el quehacer de comunicadores sociales, organizaciones locales y la sociedad civil en general. Así se pueden identificar construcciones cotidianas de nuestra patria, en creación de conciencia ciudadana, sensibilización de la población hacia la preservación de los recursos naturales, difusión y promoción de los derechos humanos, promoción del empoderamiento social y los valores humanos en el trabajo de estos/as comunicadores sociales.

El concepto de patria asociado a “defendernos de los haitianos” usado por estos grupos es una distorsión del mismo. El patriotismo que nos dejaron como legado nuestros héroes y heroínas, lejos de ser violento y amenazante, ha sido siempre una práctica de difusión de valores ciudadanos y de convivencia armónica.

Defender derechos humanos de todas las personas que conviven en nuestro territorio es defender la patria, aun cuando estas personas sean de origen haitiano, chino, japonés, cubano, colombiano o de otras nacionalidades. Igual ocurre con nuestra población que emigra a otros países y que reclama sus derechos en los mismos.

Las amenazas de muerte y de agresión física hacia comunicadores sociales no es una práctica patriótica es por el contrario traición a la patria. La patria es un espacio de convivencia armónica y de cohesión social no de ejercicio violento y de violación de derechos.