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Opinión | TAHIRA VARGAS GARCÍA

El vínculo entre historia-cultura-cotidianidad expresado por estudiantes de un colegio privado, el Colegio Nuestra Señora de La Altagracia, CONSA en su acto patriótico del 26 de febrero es un ejemplo de buenas prácticas educativas que existen en muchos otros centros, tanto privados como públicos, en distintas partes del país.

 

El Colegio Nuestra Señora de La Altagracia, CONSA, es un colegio privado que tiene una población estudiantil de estratos medios. El Colegio es Católico y está dirigido por la congregación de las Altagracianas. Todos los años el colegio celebra la Independencia con un acto que combina símbolos patrióticos y actividad cultural-educativa donde se combina el arte y las ciencias sociales a partir de un hecho histórico como la Independencia.

En este año se presentó un acto cultural que logró la articulación de las artes, música-teatro-danza con un contenido histórico-social. La obra interpretada por el estudiantado fue elaborada por el profesor de Ciencias Sociales del nivel medio, Heriberto Santiago.

La Independencia de la República como un hecho que plasma sentimientos patrióticos se conecta desde la crítica a la vida política y social de la República, nuestra identidad y los problemas que afectan a nuestra población. Se genera un diálogo entre generaciones y posiciones discriminatorias y críticas frente a los problemas sociales que nos afectan hoy, como son:

- La corrupción e impunidad

- Desigualdad social

- Pobreza

- Violencia social

- El clientelismo y deterioro de los partidos políticos

- Falta de transparencia

- Discriminación y violación de derechos hacia personas: discapacitadas, envejecientes y negras.

- Indiferencia y pasividad presente en gran parte de la población hacia la defensa de sus derechos.

- Falta de oportunidades

El manejo de los problemas sociales actuales y el llamado a la responsabilidad social desde la educación y el ejercicio ciudadano están magistralmente planteados en la obra y ofrece una perspectiva distinta de la celebración de la Independencia.

La Celebración de la Independencia desde esta perspectiva no es solo de un colegio, muchos centros educativos privados y públicos realizan actividades que articulan estos elementos. En nuestro país existen muchas experiencias de “buenas prácticas educativas” desde la educación pública y privada que no han sido suficientemente visibilizadas, difundidas y valorizadas en toda su dimensión. Este tipo de celebraciones demuestra que los hechos históricos importantes como: La Independencia, Restauración y otros pueden convertirse en un espacio para conectar la educación desde el arte/cultura/ciencias sociales e historia con la cotidianidad. Nuestra juventud necesita una oferta educativa que se conecte con su quehacer social y que la movilice hacia la conciencia ciudadana y su empoderamiento.