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Opinión | José Luis Soto

En la XXXIV Feria Ecoturística y de Producción que se celebró en Villa Sombrero, Baní, los expositores en el taller sobre el desarrollo de Peravia, declararon a la Central Termoeléctrica Punta Catalina, CTPC, como la principal amenaza para el desarrollo sostenible de esa provincia.

Economistas, médicos, ambientalistas, expertos en turismo y abogados fueron unánimes en concluir en sus disertaciones que Punta Catalina operada a carbón compromete negativamente el futuro de la provincia Peravia.

Los economistas Tito Olivo Salazar y José Serulle Ramia, coincidieron en que las emisiones aéreas de gases ácidos y de micropartículas y el impacto de la gran cantidad de cenizas de carbón de Punta Catalina ponen en alto riesgo la exportación de los productos agrícolas de la provincia hacia los mercados internacionales que adquieren productos orgánicos pagando un mayor precio.

Advirtieron que por el gran volumen de cenizas de carbón depositadas sobre un terreno con un manto freático alto y con numerosos cuerpos de agua cercanos, como el río Catalina, el arroyo Pastor y el canal Marcos A. Cabral, existe el peligro inminente de la contaminación del acuífero de la región Valdesia.

Mientras Punta Catalina queme millones de toneladas de carbón, la agropecuaria de la provincia Peravia está destinada a la quiebra de sus productores y a la ruina de los cultivos.

Esta situación pasa cuando la provincia Peravia es una de las zonas del país con mayores potencialidades para el desarrollo de la economía verde y circular, y de las energías renovables, especialmente de la solar y la eólica.

Punta Catalina alimenta el cambio climático que afecta al país. Serulle Ramia, economista, ex-embajador y presidente de la Fundación Ciencia y Arte, destacó que las grandes emisiones de dióxido de carbono de Punta Catalina a la atmósfera alimentan y refuerzan al cambio climático que azota al país mediante largos períodos de sequías o con tormentas y huracanes más intensos, menos previsibles y más numerosos.

El Gobierno debe dotarse de políticas públicas que reconozcan y enfrenten el cambio climático, comenzando por eliminar fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero como es el caso de la Central Punta Catalina, que nunca debió haberse construido para utilizar carbón mineral.

Por: Enrique de León