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Opinión | Riamny María Méndez Féliz

¡Basta de silencio y vergüenza! Tenemos que hablar de la violencia sexual. Según datos de la Procuraduría General de la República entre enero y septiembre de 2022 se registraron 5,359 denuncias de delitos sexuales

Los trapos sucios no siempre se lavan en casa. Si hay violencia, tenemos que lavarlos donde sea necesario para hacer justicia; reparar, en la medida de posible, el daño a las víctimas; aprender, entre todos y todas, las lecciones que nos correspondan y reconstruir el tejido familiar y social.

Así que las víctimas de violencia sexual no le deben silencio ni discreción a nadie. La violencia sexual es cualquier acto o contacto sexual no deseado, o que una persona adulta cometa contra un menor de edad. El honor de la familia, de la iglesia, de la escuela o del país se salva desde la justicia y no desde la complicidad o desde el silencio que con frecuencia se impone a las mujeres y niñas violentadas. Ellas deben decidir si quieren o no hablar y cuándo y con quién hacerlo.

Si eres dominicana o dominicano, te pido que respondas con el corazón, con toda honestidad: ¿De verdad no conoces a ninguna mujer, ninguna niña, ningún niño víctima de violencia sexual? ¿No se murmuraba o se murmura en tu barrio, por los rincones, algún “secreto de familia”? ¿No sabes de un adulto que tiene como “pareja”, es decir, que viola, a una niña o adolescente?

Las cifras son tan alarmantes que es muy probable que la mayoría de los dominicanos conozcamos de cerca o por referencia algún caso. Conozco varios. ¿En serio tú no conoces a ninguna víctima ni a ningún violador? Según datos de la Procuraduría General de la República entre enero y septiembre de 2022 se registraron 5,359 denuncias de delitos sexuales; 595 cada mes.  Y ya sabemos que estos casos se denuncian poco por miedo, vergüenza, porque a veces las personas violentadas tardan años en poder o querer hablar, etc.

¿Dónde buscar ayuda?

Las denuncias se pueden hacer en cualquier fiscalía o en la Línea Vida al 809-200-1202

El Ministerio de la Mujer tiene servicios de asistencia psicológica y legal, además de una línea telefónica de atención a víctimas *212

Hay ONG que ofrecen apoyo gratuito o a bajo costo a víctimas de violencia machista, incluyendo la violación sexual, entre estas el

Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (809) 533 1813

 

Existen consultas psiquiátricas o psicológicas en algunos hospitales públicos en los que se puede buscar ayuda para superar el trauma de la violación

 

A nivel global, se estima que el 95 % de víctimas de violencia sexual son niñas y mujeres y el 95 % de victimarios son hombres, explicó la psicóloga Solange Alvarado, directora del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia de la Procuraduría Fiscal del Distrito Nacional, entrevistada en el segmento Libertarias de La República Radio, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y los 16 días de activismo contra la violencia de género.

¿Por qué ocurre con tanta frecuencia la violencia sexual contra las mujeres y las niñas?

Para Alvarado, la violencia sexual en el país y en todo el mundo se produce casi siempre en el marco de “un sistema de creencias machista y patriarcal”.  Agrega que “las mujeres somos educadas y vistas como objeto sexual para satisfacer al macho”.

La psicóloga explica que en el caso de la República Dominicana la situación se agrava por la impunidad con la que, con frecuencia, cuentan los violadores: “Los agresores sexuales aprenden que si a este no le hicieron nada, a mí tampoco”.  Como vemos, es importante denunciar y que las autoridades asuman su rol de perseguir el delito y apoyar a las víctimas.

¿Dónde ocurre la violación?

La mayoría de las violaciones a mujeres, niñas y niños ocurren en las casas, principalmente por familiares, amigos o conocidos.

“Las peores violaciones para las mujeres ocurren bajo techo”, dijo Alvarado.  Hay que reiterarlo: la casa no siempre es “un lugar seguro” para mujeres  y niños. Tampoco son siempre “lugares seguros” las escuelas o las iglesias, por eso tenemos que hablar y educarnos sobre la violencia sexual.

Las escuelas son espacios idóneos para empezar a educar a niños y niñas sobre el conocimiento de su cuerpo, la prevención del abuso y el consentimiento, pero el conservadurismo se impone una y otra vez, y obstaculiza que se ofrezca información científica de calidad y oportuna a los estudiantes del sistema público. ¿Cuándo empezaremos a conversar sobre esta violencia que tanto nos daña para poder prevenirla?

 

¿Qué hacer ante la violación sexual?

Lo más urgente para la víctima es recibir atención médica y psicológica, así como protección física y legal si es necesario.

La magistrada Rita Durán, directora de la Línea Vida explica que las víctimas, sus familiares o cualquier adulto que sepa de un abuso o violación, puede denunciar en las “unidades de atención integral a víctimas de violencia de género, intrafamiliar y delitos sexuales”, en aquellas provincias donde estén disponibles o en cualquier fiscalía.

En estas unidades se debe gestionar atención médica (de ser necesario para la salud de la víctima y para recabar pruebas) y psicológica.

Si la violación es reciente, la doctora Alvarado recomienda a la víctima no bañarse y acudir a la Fiscalía o a un centro médico donde se puedan recolectar pruebas.

Además, se debe recibir atención médica y tratamientos específicos para minimizar el riesgo de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados si la mujer así lo quiere. Incluso si la víctima decide no denunciar al violador, es importante que reciba cuidados médicos para cuidar su salud.

Recibir terapia psicológica es fundamental para superar el trauma, así como el apoyo de alguna amiga o familiar de confianza que acompañe durante el proceso.

Y nunca olvidemos que saber sobre una violación sexual y no hacer nada para proteger a la víctima, en especial si se trata de niños, niñas o adolescentes, nos convierte en cómplice de un delito grave. Denunciemos. La prioridad siempre debe ser atender las necesidades de la víctima, no importa si la acaban de violar o si el abuso ocurrió hace veinte años. Tengamos esa conversación difícil y rompamos el ciclo de la violencia sexual.

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*¿Has tenido dificultades para denunciar una violación o recibir asistencia médica y psicológica oportuna? ¿Tienes alguna idea para ayudar a las víctimas? Escríbenos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Protegeremos el anonimato si así nos lo pides. Queremos contribuir a la conversación.

 

* La Canoa púrpura es la columna de Libertarias, el segmento de feminismos, derechos y nuevas masculinidades de La República Radio