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Periodismo ciudadano | Yoeliza Matos

A partir del 03 de octubre del año 1937 se vivió uno de los sucesos más violentos y sangrientos en la historia dominicana la cual se conoce como “La Masacre del Perejil o Corte del 37”, durante cinco (5) días de acuerdo a los hechos históricos el Presidente Rafael Leónidas Trujillo   ordenó el asesinato de más de treinta mil (30,000.00) inmigrantes haitianos, y dominicanos de origen haitiano nacidos en el país.

Con este hecho el Presidente Trujillo a pensó que solucionaría el problema haitiano en la República Dominicana, ya que para él era una invasión y esta se volvió un problema económico, político y social en la población dominicana.

El 2 de octubre durante la celebración de una fiesta a la cual el Presidente Trujillo asistió y con palabras Anti-Haitianas prometió que solucionaría el problema haitiano en el país.

Esta orden fue ejecutada por los militares y seguidores de Trujillo, el cual llevaban consigo un ramito de Perejil en sus manos y todo aquel que fuere de color y aparentara haitiano le exigían que dijera la palabra “PEREJIL” y si este lo pronunciaban erróneamente era asesinado; en vista de que los haitianos no sabían pronunciar la “R” en español, esta idea surgida por Trujillo era su arma secreta para limpiar el país, o como muchos conocen “Limpiar La Raza”.

Se estima que esta persecución duró 5 días durante el mes de octubre y que los únicos haitianos que no fueron asesinados eran aquellos que trabajan en fincas y empresas de dueños norteamericanos.

Los cuerpos sin vida de estas personas fueron arrojados en un pequeño río que divide la frontera entre ambos países República Dominicana y Haití el cual hoy en día lleva su nombre (Rio Masacre). Antes llamado (Rio Dajabón). 

Frente al escenario de racismo institucional, y el fortalecimiento de nacionalismos xenófobos que ha venido a legitimar la ley que desnacionaliza a población haitiana, y dominicana de ascendencia haitiana decretada por el tribunal constitucional de la República Dominicana. La masacre de perejil, viene a recordarnos, que hay capítulos en la historia que no están superados, sino que lastimosamente siguen formando parte en la construcción de los imaginarios nacionales,  la opinión pública, las ideologías del enemigo imaginado y en el reforzamiento del racismo ampliado ejercido como una forma de gobernabilidad en el colonialismo interno. Ni perdón, ni olvido. En memoria de la masacre del perejil y los miles de haitianos desplazados, deportados, explotados e invisibilidades, en la República Dominicana.

Nota: Este texto de Yoeliza Matos fue publicado originalmente en el sitio web http://faccionlatina.org/project/el-color-del-perejil/

Yoeliza Matos forma parte del grupo de periodistas

ciudadanos y ciudadanas de la República Dominicana.

Proyecto que coordina el Espacio de Comunicación Insular