Contáctenos Quiénes somos
En la isla... | Fuente Externa
En tiempos litúrgicos como la Cuaresma, el amplio y verde patio del santuario es un lugar para realizar peregrinación y otros cultos

El Santuario de la Virgen de Shoenstatt es un lugar de paz, gratitud y transformación, que se encuentra ubicado en el distrito municipal de La Victoria. Esta capilla, rodeada del esplendor que ofrece la Madre Naturaleza nació del pueblo y para el pueblo, convirtiéndose en un lugar de peregrinación que sirve a los feligreses para alimentar su fe, renovar sus fuerzas y creer en el amor.

Su misión está vinculada a su nombre: “Victoria Patris”, que quiere decir la “Victoria del Padre”, una corriente que estaba viva en la familia en los tiempos que Schoenstatt llegó a la República Dominicana y, especialmente, cuando el ideal del tabernáculo se fue fortaleciendo.

“La Divina Providencia mostró claramente que éste primer santuario en el país debía estar vinculado al Padre, con la misión de revelar su verdadera imagen a un pueblo, donde se había perdido”, manifestó la hermana Lucía Rodríguez Beato.

Esta capilla es visitada por los comunitarios de La Victoria, de sus campos y de Santo Domingo, en busca de paz espiritual, a entablar diálogos de fe, donde experimentan su gracia salvadora.

El 18 de octubre de este año 2020, el santuario conmemoró sus 106 años con una “Santa Misa”, que por motivo de la pandemia fue transmitida por radio y televisión.

Servicios religiosos

En el santuario se encuentra la “Casa de Retiro”, en la cual se realizan charlas, talleres y retiros de formación, a través de grupos religiosos que solicitan el lugar. Esta casa también es sede central de las demás residencias dentro del santuario y sirve de conexión con otras viviendas del Movimiento de Schoenstatt a nivel internacional. Tiene 68 habitaciones con dos camas, un baño cada una y comedor.

Esta la “Casa de María”, que es donde se forman las jóvenes de 18 a 26 años que tienen el deseo de pertenecer a la vida sagrada. Aquí también se realizan retiros espirituales. En la actualidad ambas residencias se encuentran cerradas por motivo del COVID-19.

De acuerdo a la hermana Lucía, antes de la pandemia en la capilla se ofrecían misas todos los días desde las 7:00 de la mañana y los domingos terceros de cada mes a las 4:00 de la tarde. Ahora funciona de jueves a domingos de 9:00 a. m. a 4:00 de la tarde y los sábados se reza el “Santo Rosario” al aire libre.

Explicó que en tiempos litúrgicos como la Cuaresma, su amplio y verde patio es un lugar para realizar peregrinación.

Además, dijo que en este santuario tiene su camposanto, en el cual reposan los restos de dos hermanas de Schoenstatt, la primera falleció hace alrededor de ocho años y segunda en julio de 2020 afectada de coronavirus.

Un poco de historia

El 7 de septiembre del 1966 llegó la imagen de la “Madre Tres Veces Admirable” al pueblo de La Victoria y con ella el Movimiento de Schoenstatt, que se extendió rápidamente con el surgimiento de grupos de formación: Señoras, Matrimonios, Juventud y Niños.

Pero es en 1967 que las personas que pertenecían a esta corriente, a través de una carta solicitaron al padre fundador José Kentenich la construcción de la capilla para Santo Domingo.

En la misiva le explicaban que “la República Dominicana era la cuna de la evangelización de América y desde donde se irradió el evangelio a los demás países del continente. Además, que allí tenían la primera catedral del Nuevo Mundo y la primera Diócesis Mariana de América, llamada la Inmaculada Concepción de La Vega, al Norte del país.

También, le explicaban que Santo Domingo era un país eminentemente mariano y que en ese momento comenzaba a peligrar el amor a María, pues estaba penetrando en la Iglesia una corriente anti-mariana, y que por esa razón necesitaban la construcción del santuario.

La hermana Lucía indicó que el padre Kentenich leyó esta carta en público y le encomendó la misión de ayudar a construir el templo a los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt, por lo que el 18 de noviembre de 1971 se reunieron sus representantes de San Francisco de Macorís, Tenares y La Victoria, dirigidos por los padres Guillermo y Clemente y la hermana. M. Petra para decidir el lugar para edificar el santuario.

“La Divina Providencia les reveló el lugar que desde toda la eternidad Dios Padre había elegido, el pueblo de La Victoria, entonces con alegría y gratitud, el 18 de enero de 1972 se dio el primer picazo para su construcción y este fue bendecido el 8 de Julio del 1973”, señaló la religiosa, quien aseguró que el templo nació del pueblo y para el pueblo y que fuer construído espiritualmente con el capital de gracias ofrecidos por la familia de Schoenstatt.

Asimismo, manifestó que “desde aquí la “Mater” ha conquistado los corazones de sus hijos y les demostró ser para ellos la Madre que cuida solícita por sus necesidades espirituales y materiales”.

Centro de Nutrición Niño Jesús

Este centro sin fines de lucro sustenta desde su filosofía de trabajo valores humanos y cristianos. Desde su fundación, el 8 de septiembre de 1990 con el apoyo de las hermanas de María de Schoenstatt, cada niño es visto y tratado como imagen y semejanza de Dios.

A estos pequeños de escasos recursos de cero a 5 años se les proporciona servicios de salud, alimentación, educación, apoyo social, económico y formación religiosa. Ellos permanecen en el centro de 7:00 a.m. a dos de la tarde.

“Los niños y niñas que viven en el pueblo llegan junto a sus padres y para que los que viven en los campos, tenemos transporte de ida y vuelta”, informó la religiosa. El centro también ofrece servicios de salud y alimentación a 30 niños y adultos de forma externa, y colabora en la construcción y reconstrucción de viviendas, gracias a la generosidad de sus benefactores y amigos.

“Tenemos 25 años sirviendo con alegría y deseamos seguir esta hermosa misión y ampliar la cobertura de servicios, para cubrir las necesidades de la mayor parte de la población infantil de La Victoria y sus campos, dijo la religiosa.

Servicio
El Centro de Nutrición Niño Jesús, es una entidad sin fines de lucro que sustenta desde su filosofía de trabajo valores humanos y cristianos”.

Edificación
El templo nació del pueblo y para el pueblo y fue construido con el capital de gracias ofrecidos por la familia de Schoenstatt”.

Convivencia
En este espacio de religiosidad se encuentran las casas de Retiro y de María, donde se realizan charlas, talleres y retiros de formación”.

María E. Pérez/ElCaribe