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Cultura y sociedad | José Luis Soto

Ciudad de México, 30 de enero de 2015. La piel sin vestimenta, con frases como Estado asesino, #Ya me cansé, 4 meses de impunidad, tomó algunas calles en forma de protesta pacífica y una acción artística para denunciar la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. Édgar Olguín, autor del proyecto Poner el cuerpo: sacar la voz , dice que "en nuestra sociedad es más alarmante ver un cuerpo desnudo que un cadáver calcinado en las notas de ocho columnas", estas son algunas de sus imágenes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Poner el cuerpo por los desaparecidos” dijeron en El Siluetazo argentino en 1983. Sentir “en carne propia” nos recuerda ahora la abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto. De esto se trata, no de la exhibición del cuerpo desnudo mercantilizado por la morbosa estética dominante. Poner el cuerpo para gritar en el espacio público, espacio de todxs hoy recuperado y okupado por el movimiento social que clama por los 43. Corporalizar las consignas en un llamado de atención contundente que nos interpela directamente: soy como tú, eres como yo, somos Nosotros en la cotidianidad íntima de la ciudad que estamos redescubriendo por el encuentro de lo común: Fue el Estado. Hacemos, corremos, transitamos las calles sometidos a un ataque visual permanente lleno de mierda que nos invita a endeudar la vida y a vivirla solos. De pronto, un cuerpo-cartel, un cuerpo-consigna rompe la rutina y transgrede el espacio urbano en una doble dimensión: en su desnudez y en su acción política. Está solo, como esperando, como invitando a atender su grito y rompe la cotidianidad, sale del lugar de la movilización y aparece sin nada, sólo el cuerpo y la consigna, lo indispensable. Con eso basta. De CRISTINA HÍJAR. 

 

Participan:

Sara Juárez

Karen Yasmín

Alejandra Díaz

Víctor G.

 

Minerva López Molotla

Claudia Hernández

Tere Viñas

Maky Vázquez

Úrsula Liliana

Nizo Guerra

Fco. Lobato

Edgar Olguín

*Proyecto aún en proceso*