Una maravillosa tecnología con un doble poder, según sus promotores.En primer lugar, los OMG pueden atenuar el cambio climático al permitir reducir el uso de pesticidas, que en su producción y utilización emiten una gran cantidad de gases con efecto invernadero, así como reducir las labranzas que liberan carbono. 

Y lo que es más, el desarrollo de los OMG permitiría obtener plantas resistentes a las sequías o a las inundaciones, ¡adaptándose así al cambio climático!

  ¿De verdad?

De hecho, las tolerancias de los OMG a uno (o varios) herbicidas o insecticidas crea rápidamente resistencias y adaptaciones que hacen que en los campos aparezcan numerosas plantas indeseables o destructoras.¡Así que habrá que utilizar aún más pesticidas para hacerles frente!

En cuanto a la cuestión de la no labranza, no tiene ningún sentido ni impacto si se realiza con un enfoque de agricultura industrial, que recurre a sistemas sin rotación de cultivos en con legiones de herbicidas.En Argentina, la no labranza en los cultivos de soja Round Up Ready de Monsanto ha destruido hectáreas de prados y bosques, que eran indispensables pozos de carbono.

La adaptación a los desajustes climáticos es el engaño supremo.Lo que permite que la naturaleza se adapte es la complejidad genética y una biodiversidad natural rica, ¡y no su destrucción!

Los OMG pertenecen a un sistema agroalimentario industrial que patenta lo vivo, acapara el saber-hacer de los campesinos, impide y destruye las prácticas de la agricultura campesina y emite grandes cantidades de gas con efecto invernadero destruyendo el clima.¡Una muy buena forma de sacar provecho con la excusa de los desajustes climáticos ignorando a los campesinos!