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Opinión | Por Gisell Rubiera Vargas, M.A.

 América Latina alberga alrededor del 30 % de las fuentes de agua dulce del mundo; sin embargo, ha estado luchando silenciosamente contra una crisis de agua, una crisis que tiene efectos irreversibles en la salud de los niños.

En el centro de la crisis, está el hecho de que aproximadamente menos del 40 % del agua de la región se deja sin tratar para el consumo y el uso humano, por lo que las fuentes de agua contaminadas se liberan en lagos, ríos y océanos que luego se contaminan con desechos humanos y animales, y se transfieren a través de los sistemas de agua a muchos hogares (Americas Quarterly, 2019; Harvard Review of Latin America, 2013).

En nuestro país, República Dominicana, esta crisis de contaminación de los ríos, es evidente al solo hecho de trasladarse hacia los lugares por donde circundan los principales acuíferos, cuyas casusas pueden ser diversas, siendo las principales:

• En primer lugar, se encuentra la contaminación que presentan muchos de estos ríos en cuyos alrededores se encuentran grandes instalaciones industriales, misma que suelen carecer de sistemas de tratamiento para el agua residual, resultándole más beneficio y lucrativo, descargar esos desechos sólidos a los ríos, a pesar de que los mismos pueden poseer sustancias químicas y residuos industriales, sin asumir ningún tipo de corresponsabilidad. 

• En segundo lugar, se encuentra la grave situación de contaminación provocada por el vertido de desechos sólidos, especialmente plásticos que son lanzados por ciudadanos en condición de pobreza y vulnerabilidad, que se instalan a vivir en los alrededores y bordes de los ríos, haciendo de estos fue fuente de disposición final. 

Al estos ser asentamientos humanos no planificados y totalmente improvisados, carecen de cualquier forma de disposición, recolección y tratamiento de los desechos que generan, por lo cual ven el rio como la mejor forma y posibilidad de deshacerse de los mismos, ya que en su ideología popular “el agua se lleva todo”. 

Esta situación de tipo histórica, que se desarrolla en los caudales de los afluentes, ha provocado que muchos de nuestros ríos más importante, estén inmersos en altos niveles de contaminación de sus aguas, lo cual afecta la flora y fauna que allí se desarrolla. 

A todo esto, urgen particular al hecho que impone la necesidad de asistir y facilitar mejores condiciones de vida a las personas que colonizan estas zonas, otorgarles educación ambiental y proveerles herramientas para el tratamiento de los desechos sólidos que producen, impera la necesidad de auxiliarse de tecnologías y técnicas innovadoras para impedir que esos desechos vayan a parar finalmente al mar. 

Algunos países como Guatemala que presenta condiciones de degradación de los recursos hídricos parecidos a los de nuestro país, han implementado algunos métodos innovadores, como forma de abordar el problema, como lo es el caso de las biobardas, como una excelente herramienta para proteger y preservar sus recursos hídricos. 

La biobarda es un invento artesanal originado en Guatemala elaborado específicamente con lazo, malla y botellas de plástico, que busca ser una barrera para todos los desechos sólidos que se encuentran flotando en la superficie del agua y así impedir que llegue la contaminación a los cauces.

Mediante esta técnica, inicialmente Guatemala había logrado detener el 65% de los plásticos que llegaban a los ríos y así impedir que los mismos avanzaran a las playas y los mares. 

 A grandes rasgos, la contaminación de los ríos a futuro puede provocar la desaparición de la biodiversidad y los ecosistemas acuáticos, la alteración de la cadena alimentaria, la aparición de enfermedades por beber o utilizar agua contaminada y la mortalidad infantil, entre otras. 

Aunque nuestros países latinoamericanos no son precisamente los más contaminantes, sin embargo, las condiciones de subdesarrollo se constituyen en mayores probabilidades de ser vulnerables a los efectos adversos del cambio climático, por lo cual es necesario que se continúen tomando medidas y diseñando iniciativas novedosas como la biobarda, para minimizar y reducir los riesgos de contaminación a nuestras fuentes primarias de subsistencia. 

Estamos esperanzados en que estas ideas sean aprovechadas y replicadas como forma de restaurar muchos de los ríos de nuestro país, que por año han sido víctima del interés lucrativo, más luego son olvidados. 

Foto: Fuente. https://www.prensalibre.com/ciudades/quetzaltenango/recaudan-botellas-plasticas-para-fabricar-tres-biobardas/