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Opinión | Por Gisell Rubiera Vargas, M.A.

Cursar una dificultad de aprendizaje es una experiencia muy difícil y complicada, que solo puede ser entidad por las personas que han vivido algún tipo de condición, que les ha perjudicado para llevar a cabo un proceso de aprendizaje de manera satisfactorio.

La frustración, desesperanza, ansiedad, miedo y una serie de emociones que pueden surgir, producto de la sensación que puede llegar a experimentar el estudiante frente al hecho de que, sin importar lo mucho que se esfuerce en comprender ciertas asignaturas, no logra avanzar, sumando al hecho de que contamos con un sistema educativo que no está diseñado para atender estudiantes con distintas condiciones de aprendizaje, por lo que no se cuenta con estrategias adecuadas para intervenir y atender de manera oportuna estas situaciones, contribuyendo a que la situación sea más desoladora para los alumnos.

Dentro de la amalgama de condiciones de aprendizaje existentes, en este artículo haremos referencia a una condición que nos ha tocado vivir de cerca, y es la dislexia.

Este trastorno del aprendizaje se caracteriza por afectar la función lectora, la escritura y la comprensión de textos, lo que puede generar frustración y dificultades en el entorno escolar. La detección temprana es clave para mitigar sus efectos y garantizar el éxito académico de los estudiantes. Sin embargo, en nuestro país no se cuentan con estadísticas precisas sobre la cantidad de estudiantes con dislexia, lo que dificulta la implementación de políticas educativas específicas. Afortunadamente, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta valiosa para la detección e intervención temprana de este trastorno.

Situación de la dislexia en la República Dominicana

En la República Dominicana, no existen datos oficiales sobre la cantidad de estudiantes con dislexia dentro del sistema educativo. Según el periódico Hoy, el país carece de estadísticas sobre la población disléxica en las escuelas, lo que dificulta la implementación de estrategias de apoyo adecuadas. A pesar de ello, algunos centros educativos han implementado programas de educación especializada para ayudar a los estudiantes con dificultades de aprendizaje. (Fuente)

La falta de información estadística impide dimensionar el problema y desarrollar políticas públicas efectivas. En países donde sí se han realizado estudios, como Estados Unidos, se estima que entre un 5% y un 10% de la población escolar tiene dislexia. Si se extrapolara esta cifra a la República Dominicana, miles de estudiantes podrían estar lidiando con este trastorno sin recibir la ayuda adecuada.


Importancia de la detección temprana

Identificar la dislexia en las primeras etapas educativas es fundamental para evitar consecuencias negativas a largo plazo. Algunas razones clave para su detección temprana incluyen:

·         Intervención oportuna: Permite aplicar estrategias adaptadas que faciliten el aprendizaje y promuevan la inclusión del estudiante en el entorno escolar.

·         Prevención de la deserción escolar: Muchos estudiantes con dislexia, al no recibir apoyo, se sienten incapaces y terminan abandonando sus estudios.

·         Mejora de la autoestima y motivación: La intervención temprana ayuda a reducir la frustración y fomenta una actitud positiva hacia el aprendizaje. 

Rol del docente en la detección temprana

Los docentes no son especialistas en diagnóstico, pero sí pueden identificar signos de alerta y derivar al estudiante a profesionales adecuados, como psicopedagogos y neuropsicólogos. Estar capacitados para reconocer la dislexia les permite:

1. Observar dificultades específicas en la lectura, escritura y comprensión.
2. Adaptar sus estrategias de enseñanza para hacer el aprendizaje más accesible.
3. Reducir la frustración y ansiedad del estudiante, brindándole apoyo emocional y académico.
4. Colaborar con las familias para buscar orientación y recursos adecuados.
5. Prevenir el fracaso y la deserción escolar, asegurando que los niños con dislexia reciban la ayuda que necesitan.

     Consecuencias de la falta de detección en la vida adulta

Cuando la dislexia no es identificada ni tratada en la infancia, puede traer consecuencias significativas en la vida adulta, afectando tanto el desarrollo profesional como la autoestima. Algunas de estas consecuencias incluyen:

·         Dificultades en el ámbito laboral: Las personas con dislexia pueden enfrentar problemas en empleos que requieren lectura y escritura frecuente, lo que limita sus oportunidades de crecimiento profesional.

·         Baja autoestima y ansiedad: Muchos adultos con dislexia no diagnosticada desarrollan inseguridad sobre sus capacidades, lo que puede llevar a estrés, ansiedad o incluso depresión.

·         Limitaciones en la educación superior: La falta de estrategias de apoyo durante la infancia puede hacer que las personas eviten continuar con estudios superiores, reduciendo sus posibilidades de mejorar su calidad de vida.

·         Problemas en la vida cotidiana: Desde leer instrucciones hasta gestionar documentos personales, la dislexia no tratada puede generar dificultades en tareas diarias, afectando la independencia y la toma de decisiones.

El papel de la inteligencia artificial en la detección e intervención temprana

La IA ha revolucionado la educación al permitir la identificación y el apoyo a estudiantes con dislexia de manera más eficiente. Algunas formas en que la IA está ayudando incluyen:

·         Análisis de patrones de lectura y escritura: Algoritmos pueden detectar irregularidades en la forma en que un niño lee o escribe, facilitando la identificación temprana del trastorno.

·         Evaluaciones adaptativas: Plataformas de IA pueden ajustar las pruebas educativas para evaluar habilidades específicas y detectar dificultades en tiempo real.

·         Asistentes de lectura: Aplicaciones basadas en IA pueden proporcionar retroalimentación en tiempo real a los estudiantes, ayudándolos a mejorar su comprensión y fluidez lectora.

·         Aprendizaje personalizado: La IA puede crear planes de estudio adaptados a las necesidades de cada estudiante, asegurando que reciban el apoyo adecuado.


La detección temprana de la dislexia es clave para garantizar el éxito académico y profesional de los estudiantes. En la República Dominicana, la falta de estadísticas sobre la dislexia dificulta la implementación de políticas educativas efectivas, lo que pone en riesgo a miles de niños que podrían beneficiarse de intervenciones oportunas.

La inteligencia artificial ofrece soluciones innovadoras para mejorar la identificación y el apoyo a los estudiantes con dislexia. A través de herramientas de IA, es posible brindar un aprendizaje más inclusivo y personalizado, asegurando que cada niño tenga la oportunidad de desarrollar su máximo potencial.

Es fundamental que el país invierta en la recopilación de datos sobre dificultades de aprendizaje, la capacitación del docente para que adquiera habilidades que les permita abordar de manera respetuosa e inclusiva,  y en la implementación de tecnologías que faciliten la educación de todos los estudiantes. La combinación de políticas públicas, capacitación docente y el uso de herramientas basadas en IA puede marcar una diferencia significativa en la vida de quienes enfrentan este desafío.