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Opinión | Por Giselda Liberato/ experta en temas insulares en República Dominicana y Haití

Es de vox pópuli que grupos de poder han sobornado a la mayoría de trabajadores de la prensa, con el propósito expreso de mantener engañada a la población sirviendo medias verdades; desviando con ello la función de mantener informada a la ciudadanía.

 Ante esta deplorable situación ningún periodista ha tenido la osadía de investigar y denunciar con pruebas,  los rostros de los profesionales que se han alejado de su real y verdadera función.Y empeora la situación aún más, debido a que las instancias que están llamadas a garantizar el desarrollo ético de la profesión, las asociaciones, los sindicatos y el propio Colegio de Periodista, mantienen una cómplice mudez  ante esta grave falta.

El periodista está en el deber de orientar e informar a las personas acerca de los acontecimientos más relevantes. Debe  hacer pasar a los ciudadanos informaciones de los hechos más importantes o relevantes que hayan ocurrido,  sin que la información se vea tamizada por ningún tipo de interés  personal,  político, ideológico, económico; o de cualquier otra índole.

No es  cliché ni es mito el decir que la “información es poder”.  En la sociedad, el papel que ejerce el periodismo y el periodista en concreto,   es muy trascendente. Cuando recibimos las informaciones  de manos de periodistas reales,  estamos en capacidad de darnos cuenta  de lo que pasa a nuestro alrededor.

Y, cuando la ciudadanía maneja información adecuada está en posibilidad de ver los hechos o cosas que impactan negativamente en la gente, y en la sociedad misma.  Una ciudadanía bien informada está en capacidad desaber actuar de manera asertiva,en demanda de los cambios que se entienda necesario hacer.

Ante la ausenciase han dedicado a comprar una de las vías que históricamente ha jugado un papel determinante en la educación ciudadana, como lo es lo prensa. 

La mayoría de los periodistas dominicanos no vienen cumpliendo a cabalidad deber de orientar e informar a las personas acerca de los acontecimientos más relevantes, y debe  hacer pasar a los ciudadanos informaciones de los hechos más importantes o relevantes que hayan ocurrido, a conveniencia, entre las prioridades de los grupos políticos que han gobernado en República Dominicano nunca ha estado la construcción de una ciudadanía democrática. 

El periodista está en el deber de orientar e informar a las personas acerca de los acontecimientos más relevantes, y debe  hacer pasar a los ciudadanos informaciones de los hechos más importantes o relevantes que hayan ocurrido,  sin que la información se vea tamizada por ningún tipo de interés  personal,  político, ideológico, económico; o de cualquier otra índole. 

 

Y finalmente, las fuerzas políticas alternativas de condición minoritarias que hoy aúnan esfuerzo con partidos tradicionales, para llegar al poder aun sabiendo que con su ascenso no se generaran los cambios sustanciales, por lo menos deberían garantizar el diseño y ejecución de un plan de educación ciudadana que permita que la población asuma una cultura política propia de sistemas democráticos. Hay que hacer consciente al pueblo del poder que tiene en sus manos.