A continuación el comunicado íntegro del Referente de la Izquierda Dominicana sobre el conflicto surgido por la construcción de un canal en el río Masacre en territorio haitiano
República Dominicana y Haití siempre han sido explotadas a través de la historia por las potencias hegemónicas de la época España, Francia, Canadá, Inglaterra, Portugal y desde la invasión norteamericana del año 1916-1924, y posteriormente en el año 1965, (con las excusas de salvar vidas). Es a partir de esas fechas que los Estados Unidos de Norteamérica ejercen un dominio absoluto en nuestro país y por consiguiente en la isla completa.
Esta dominación la han ejercido a través de los gobiernos títeres en ambas parte de la isla, con la finalidad de seguir sumiendo a estos pueblos unidos por la miseria, la violencia y el saqueo de sus riquezas naturales.
Es de rigor histórico resaltar que los yanquis en el siglo pasado pisotearon nuestros símbolos patrios a través de la compañía norteamericana SAN DOMINGO IMPROVEMENT, por supuestamente violar los acuerdos de los años 1905 y 1907, en su artículo 3; esa fue justificación para tener el control de nuestras aduanas y de la soberanía dominicana; fue la justificación de la ocupación de 1916-1924.
El conflicto que hoy el gobierno de la burguesía entreguista de Luis Abinader ha puesto en el tapete; tiene sus orígenes, desde pasados siglos a través de tratados internacionales impuestos por Francia y España, (Tratado de Aranjuez, 6 de junio del año 1777), y el Presidente Horario Vásquez en el año 1929, donde se realizó una revisión del Tratado de Aranjuez.
La dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, firmó con el Presidente de Haití (Stenio Vicent) el Protocolo de Revisión Fronteriza en 1936; un año antes de la matanza del 1937, por consiguiente ratificando el Tratado del año 1929.
La construcción de un canal en territorio haitiano, para desviar el curso de las aguas del rio masacre o Dajabón con fines comerciales privados por los sectores burgueses haitianos (que financian las bandas armadas terroristas haitianas), que están al servicio de la oligarquía haitiana y necesitan exacerbar los ánimos guerreristas y tratar de enfrentar en una lucha armada a los sectores explotados y empobrecidos de ambos pueblos.
Nuestra posición correcta es mantener y cuidar las cuencas hidrográficas de la República Dominicana que, los diferentes gobiernos, incluido el de Luis Abinader han permitido la deforestación e instalación de aserraderos en el lugar de nacimiento del río Dajabón/Masacre y realizar la reforestación de esas mismas cuencas del lado haitiano con la cooperación internacional; ya que Haití no cuenta con los recursos económicos, ni tampoco con los recursos humanos necesarios para emprender ellos solos esa difícil tarea.
Del lado dominicano es archi conocida la necesidad de construir las presas necesarias de diferentes tamaños (unas 25 )a los fines de que nos permita disponer del agua suficiente y así compartir la que podamos con los sectores pobres y excluidos de ambos países para el cultivo de productos que no requieran de gran cantidad agua.
POSICIÓN ELECTORERA Y SEUDONACIONALISTA
Estamos a cinco (5) y ocho (8) meses para celebrarse dos elecciones (febrero y mayo 2024) y lo que parece ser, el escenario electoral para el PRM, Luis Abinader y sus socios no están tan seguros de ganar en una primera vuelta, de ahí que, conociendo la situación de inestabilidad que viene arrastrándose en territorio haitiano e incrementada después del asesinato cometido contra el presidente Jovenel Moïse con apoyo y/o conocimiento del gobierno de los EEUU y Colombia por bandas paramilitares, algunas formadas por dicho expresidente y los sectores poderosos que controlan Haití, Abinader revive una política vieja antihaitiana, sobre la base de suspender una parte de los controles de la frontera (en Dajabón), en base a la construcción de un canal usando las aguas del río Masacre que no empezó el pasado miércoles 6, sino en el 2018, el cual provocó un acuerdo en 2021 que preveía el compromiso de ambos países sobre dichas aguas binacionales.
Este hecho fue suficiente para que los hipócritas, antihaitianos, racistas y seudo nacionalistas (con los más pequeños) estimulen una guerra verbal de estímulo militar contra el pueblo haitiano que solo está en sus mentes.
El presidente Abinader y los grupos poderosos del país saben que ese canal viene desarrollándose por los ricos y las bandas que las sustentan para privatizar el uso del agua que va de República Dominicana y por traición del dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien cedió parte del territorio en lo que hoy termina el rio Masacre que correspondía a Dominicana.
Por eso, el cierre de las fronteras no resuelva nada, por el contrario sume en la miseria a los sectores más empobrecidos, marginados de ambos países, así como, los micros, pequeños y medianos comerciantes que viven de ese comercio fronterizo y los llevaría a la quiebra.
El problema de los ríos El Masacre, Artibonito, El Mulito, entre otros; debe resolverse por la vía diplomática y que ambas partes se beneficien de manera proporcionar del vital líquido para el bienestar de la humanidad, como lo que es un derecho humano.
Acudir a los organismos internacionales para detener la construcción del canal en Haití, que lo único que persigue es privatizar el agua, como Abinader quiere privatizarla aquí, ya que es un recurso y derecho humano, inalienable y que no podemos aceptar que sea comercializada por los sectores burgueses de Haití y República Dominicana.
Presentar un show político con aparataje militar ”moderno” de una veintena de tanquetas, es lo que se llama en dominicana aguaje y una manipulación, sobre todo, porque el primero que sabe que no habrá ninguna guerra entre Haití y dominicana es el presidente Abinader, sencillamente, porque es un títere de los intereses imperiales gringos, europeos y, los socios multimillonarios de aquí y de Haití no lo van a permitir, porque son los que más tienen que perder.
Pueblo dominicano, no se dejen confundir, al PRM y Luis Abinader QUE BUSQUEN SUS VOTOS POR OTRO LADO.
Comisión Ejecutiva
15/9/2023