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Qué los lugares de uso colectivo son espacios públicos. Qué es necesario planificar su uso y disfrute. Qué la gestión cultural es clave para la construcción de la identidad municipal. Las tres variables se esclarecieron en los dos artículos anteriores.
El tiempo, ese que algunos llaman implacable porque siempre transcurre, está vinculado al quehacer humano de manera indisoluble.
¿Qué sentido tiene el Estado si no protege, cuida y garantiza los derechos de la ciudadanía? ¿Para qué y por qué pagamos impuestos y le entregamos el monopolio de la fuerza a una entidad que no pone el foco en el bienestar y la justicia social?
Cuando anidamos nuestros primeros pasos y entramos en el proceso de cuajar los pensamientos, los anhelos van moldeando nuestra ignorancia, nos fascinamos por la grandeza de la vida y nos horrorizamos por la lápida de la muerte.
Hay una percepción más o menos generalizada de que la vida humana en el planeta Tierra así como se presenta no puede continuar. A decir verdad, ella se encuentra en una encrucijada: o cambia o corre el peligro de ir al encuentro de una inconmensurable tragedia ecológico-social. Hay indicadores innegables.
Los tiroteos en escuelas son manifestaciones recurrentes de una patología social: la normalización y aceptación de actos de violencia y muerte sin sentido.
Qué todo lugar usado de manera colectiva es un espacio público. Cierto. Entender esto acarrea la necesidad de planificar el uso y disfrute del espacio público. ¿Quién es entonces el estamento llamado a planificar y regular el uso del espacio público en el territorio? El Ayuntamiento.
Anualmente, en la República Dominicana, se lleva a cabo el llamado “Mes de la Biblia”, una serie de actividades para exaltar y promover la lectura de las Sagradas Escrituras.
El ser humano es biológicamente deficiente. Surge entero pero incompleto. A diferencia de los animales que nacen ya con sus órganos especializados, el ser humano no tiene ninguno.
“Cuando Haití está bien, Santo Domingo esta mejor”. Esta expresión data de algunos años y la recuerdo que la oír o la dije, no recuerdo bien, durante una conferencia en una universidad en los Estados Unidos de América, donde participaba un grupo de haitianos encabezada por el Zache Duracin, Obispo de la Iglesia Episcopal de Haití.
El “partido de Lincoln”, como los republicanos gustan llamarse a sí mismos, parece decidido a socavar casi todo lo que defendió y por lo que murió Abraham Lincoln.
La base de la identidad de los pueblos radica en la gestión cultural. Amor por la comunidad es igual a raíces ciudadanas ramificadas. La cultura planificada, coherente con los intereses locales, conforma la base de la identidad municipal.
“Entre los años 50 y 60, la industria televisiva iniciaba sus pasos en América Latina [...] coincidiendo con la emergencia de dictaduras militares que vieron en los medios de comunicación, y sobre todo en la incipiente televisión, un ideal modelo de control de la población”. Tomado del periódico El Comercio, Perú.