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Medio Ambiente y Cambio Climático | Por Redacción Espacinsular

Los récords de calor no cesan y los tres últimos meses han sido lo más calurosos de la historia. La OMM advierte del peligor no solo de las altas temperaturas, sino de la polución que pueden provocar

Nuestro planeta acaba de soportar los tres meses más calurosos de la historia, con temperaturas sin precedentes en la superficie del mar y condiciones meteorológicas extremas.

“Las temperaturas globales de la superficie del mar no tienen precedentes. El hielo marino antártico es inusualmente bajo para esta época del año y ha sido el agosto más caluroso jamás registrado por un amplio margen. Es el segundo mes más caluroso de la historia y sigue a julio de 2023, que fue el mes más caluroso jamás registrado", explicó Claire Nullis, la portavoz de la Organización Meteorológica Mundial.

Hasta el momento, el 2023 es el segundo año más cálido, solo por detrás de 2016, cuando se produjo un potente fenómeno de calentamiento de El Niño.

En el océano, en agosto se registró la temperatura media de la superficie de la mar más alta jamás de la historia, con 20,98 °C. Las temperaturas superaron el récord anterior (marzo de 2016) todos los días del mes.

La extensión del hielo marino antártico, donde es invierno, se mantuvo un 12% inferior a la media y la del ártico un 10% por debajo de la media.

El Secretario General dijo que “el colapso climático ha comenzado”, pero añadió que aún podemos evitar lo “peor del caos climático” aunque no tenemos un minuto que perder.

Las altas temperaturas disparan la polución, que ya causa 6,7 millones de muertes al año

La contaminación atmosférica es altamente visible en la ciudad de Ulán Bator, en Mongolia.
© UNICEF/Tamir Bayarsaikhan

La Organización Meteorológica Mundial hoy ha alertado además de que estas olas de calor no solo son peligrosas por las altas temperaturas, sino por la polución que las acompaña.

Las olas de calor desencadenan incendios forestales y en algunas zonas pueden ir asociadas a vientos con polvo del desierto, lo que puede empeorar la calidad del aire hasta niveles peligrosos.

Por el contrario, la Organización incluye estudios realizados en Brasil que muestran cómo los parques y las zonas arboladas de las ciudades pueden mejorar la calidad del aire, absorber dióxido de carbono y bajar las temperaturas, beneficiando así a sus habitantes.

“La coincidencia de altas temperaturas y altos niveles de partículas, como las procedentes de incendios forestales o del polvo del desierto, supone un peligroso riesgo para la salud de gran parte de la población mundial", explica Lorenzo Labrador, científico de la OMM.

Según ONU Medio Ambiente, el 99% de la población mundial respira aire inseguro. La exposición a la contaminación atmosférica aumenta considerablemente el riesgo de accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y pulmonares, cáncer y otras dolencias, y causa más de 6,7 millones de muertes prematuras al año.