Contáctenos Quiénes somos
Medio Ambiente y Cambio Climático | Fuente Externa

En medio de los llamados a una mayor inversión en servicios climáticos para la salud a fin de satisfacer las crecientes necesidades, la OMM ha acogido con agrado el apoyo del sector filantrópico para fortalecer la acción y los programas coordinados. 

En la Cumbre Mundial de la Salud celebrada en Berlín, Wellcome anunció una subvención de 25 millones de dólares estadounidenses para las actividades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los efectos del cambio climático en la salud, y otros 6 millones de dólares estadounidenses para la OMM. La subvención apoyará el programa conjunto de la OMM sobre clima y salud con la OMS, cuyo objetivo es garantizar que el sector de la salud pueda acceder a datos meteorológicos fidedignos y utilizarlos para comprender mejor las amenazas climáticas y responder a ellas.

Alan Dangour, Director de Clima y Salud de Wellcome, dijo que la inversión en clima y salud debe abarcar tanto el sector meteorológico como el de salud pública.

“El aumento de las temperaturas, las condiciones meteorológicas extremas y los cambios en los patrones de enfermedades están poniendo a prueba los sistemas sanitarios de todo el mundo. Sin embargo, a pesar de la creciente concienciación, no estamos aprovechando al máximo la información y los servicios climáticos para tomar decisiones sanitarias”, afirmó el subsecretario general de la OMM, Thomas Asare, en una reunión celebrada durante la Cumbre Mundial de la Salud.

“En la Organización Meteorológica Mundial, creemos que un enfoque intersectorial que reúna la ciencia climática, la política sanitaria y la toma de decisiones operativas es crucial para superar este desafío. Una gobernanza sólida, una colaboración eficaz y la innovación son las claves para liberar el potencial de los datos climáticos para acciones que salven vidas. La excelencia operativa es igualmente vital. Los sistemas deben ser escalables, eficientes y capaces de responder a los riesgos en tiempo real”, afirmó el Sr. Asare.

El cambio climático se considera una emergencia de salud pública. Cada año, el calor extremo por sí solo se cobra una media de casi medio millón de vidas, mientras que los patrones climáticos extremos están provocando brotes de enfermedades como la malaria, el cólera y el dengue, y el aire contaminado aumenta las enfermedades respiratorias, el cáncer y la demencia en todo el mundo.

Nexo entre el clima urbano y la salud

El sector filantrópico es ahora un actor importante en materia de clima y salud.

Tanto el Wellcome Trust como la Fundación Rockefeller asumieron un  compromiso de 100 millones de dólares  para probar y ampliar soluciones climáticas y de salud en la conferencia climática COP28 en diciembre pasado.

En el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en septiembre, la Fundación Rockefeller presentó un informe respaldado por la OMS y la OMM en el que se pide una mayor inversión y colaboración entre la meteorología y la salud , en particular en el ámbito urbano, donde las poblaciones están más expuestas a los riesgos sanitarios relacionados con el clima. Más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas.

El informe, Acción climática y sanitaria urbana: un nuevo enfoque para proteger la salud en la era del cambio climático , identifica las deficiencias críticas en las respuestas a nivel de las ciudades a las amenazas para la salud provocadas por el clima. Su hoja de ruta de tres pasos busca ayudar a las ciudades de todo el mundo a planificar y responder de manera más eficaz a la emergencia sanitaria mundial causada por el cambio climático.