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Medio Ambiente y Cambio Climático | José Luis Soto

Hoy es el Dia Nacional del Yaque del Norte, una fecha muy propicia para hacer un alto en el camino y detenernos a revisar la situación real de la más importante fuente fluvial de la Republica Dominicana y su cuenca, evaluando los retos que nos depara el futuro.

Esta fuente de agua es la que le da vida al valle del Cibao Central y Occidental; abastece de agua para consumo humano a cerca de tres millones de personas. Es quien provee de agua para la irrigación de cerca de millón y medio de tareas de tierra cuyos niveles de productividad dependen de sus aguas y más de 15,000 productores beneficiarios directos. Todos tenemos cifrada la esperanza y la certidumbre de disponer siempre de agua suficiente.

 

La presión humana por las aguas del Yaque del Norte aumenta cada día. Es la fuente de agua sometida a mayor presión en el país, considerándose en proceso de estrés hídrico desde hace ya varias décadas. Este estrés hídrico no solo es generado por el incremento de la demanda de agua, sino también por el descenso sistemático del suministro y la cada vez más aguda inestabilidad de sus caudales.
 
Y es ahí donde está el elemento más preocupante que hace incierto el futuro. Los procesos de uso de suelo en la cuenca, principalmente en la cuenca alta, motorizados por la dinámica económica, arrojan un saldo alarmante de pérdida de bosque y de suelo. No existe una sola comunidad donde no se haya hecho evidente esta penosa realidad.
 
El Estado y la gobernanza de la cuenca debe garantizar que los propietarios de fincas puedan disponer de un paquete de estímulos e incentivos orientados a la sostenibilidad, como pudieran ser, asistencia técnica, financiamiento blando, exoneraciones de impuestos, exoneraciones de maquinarias, apoyo con mano de obra, apoyo de implementos y materiales, plantas, semillas e insumos, entre otros. Solo así podremos contrarrestar la impresionante degradación ambiental que se observa en las zonas productoras de agua de la cuenca del rio Yaque del Norte.

 

¡Actuemos ahora antes de que la situación se torne irreversible!