El calor extremo plantea múltiples riesgos para los sistemas agroalimentarios —daña los cultivos, estresa al ganado y agota la pesca— y amenaza el sustento de aproximadamente 1230 millones de personas.
Existe una necesidad urgente de soluciones basadas en la ciencia para fortalecer la resiliencia y la sostenibilidad, según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la OMM sobre «Calor extremo y agricultura».
Las comunidades agrícolas se encuentran en la primera línea de la crisis del calor extremo. Los trabajadores agrícolas tienen 35 veces más probabilidades de morir por exposición al calor laboral que todos los trabajadores de otros sectores juntos. En 2021, se perdieron 470 mil millones de horas de trabajo a nivel mundial debido al calor extremo.
La nueva evaluación FAO-OMM sobre el calor extremo y la agricultura se presentó en un evento paralelo sobre la transformación de los sistemas agroalimentarios a través de la ciencia climática en la COP30 , en el pabellón de Ciencia para la Acción Climática .
El presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, Jim Skea, destacó que el sistema agroalimentario es uno de los sectores más expuestos a los impactos climáticos, y que las sequías y el calor extremo ya están llevando al límite la gestión tradicional del riesgo. El cambio climático está alterando el rendimiento de los cultivos, la productividad ganadera, la disponibilidad de agua y el funcionamiento de los ecosistemas, todo lo cual tiene consecuencias directas para la seguridad alimentaria, los medios de subsistencia, la nutrición y la biodiversidad.
Kaveh Zahedi, director de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la FAO, afirmó que la ciencia climática puede guiar la transformación de los sistemas agroalimentarios y aclarar las vías que apoyan la mitigación, la adaptación y los beneficios colaterales para la seguridad alimentaria, la nutrición, la biodiversidad y la tierra.
Stefan Uhlenbrook, director de Agua, Criosfera e Hidrología de la OMM, señaló que los principales peligros relacionados con las bajas precipitaciones y las olas de calor ya están dañando los cultivos y aumentando el riesgo de incendios.
“La ciencia y los servicios climáticos confiables deben fundamentar las prácticas climáticamente inteligentes en el sector agrícola”, afirmó Stefan Uhlenbrook.
“Es posible pronosticar el calor extremo, lo que subraya la importancia de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales. La combinación de pronósticos y alertas tempranas emitidas por los SMHN, junto con planes de acción contra el calor para las empresas agrícolas y los trabajadores del campo, y medidas de mitigación del calor a largo plazo, puede ayudar a proteger a las personas y los productos agrícolas”, afirmó.
Conclusiones clave del informe sobre calor extremo y agricultura
- El calor extremo agrava otros peligros, exacerbando las malas cosechas y la mortalidad del ganado por la sequía y aumentando la vulnerabilidad de ecosistemas como los bosques a los incendios forestales.
- Una sola ola de calor puede reducir la productividad agrícola hasta en un 50%, y los trabajadores agrícolas tienen 35 veces más probabilidades de morir por exposición al calor.
- Existen efectos en cadena. Por ejemplo, la ola de calor marina conocida como "mancha" o "mancha" de 2014-2016 provocó un colapso de la cadena alimentaria en el Pacífico, lo que condujo a la hambruna de millones de aves marinas y al cierre de importantes pesquerías.
- En tierra firme, las olas de calor han provocado pérdidas de cosechas de dos dígitos, han reducido la productividad forestal hasta en un 50 por ciento y han dado lugar a episodios de mortalidad masiva de ganado que han afectado a cientos de miles de animales.
- Las proyecciones futuras, basadas en diversos escenarios y modelos climáticos, indican que estas tendencias seguirán agravándose. Por cada grado Celsius de calentamiento adicional, se prevé que la producción de cultivos básicos como el maíz y el trigo disminuya entre un 4 y un 10 por ciento.
Estudios de caso
El informe incluye breves estudios de caso de Pakistán, Marruecos, Chile y Portugal sobre los efectos en cadena.
En Brasil, el intenso fenómeno de El Niño de 2023-2024 fue seguido por una sequía prolongada, agravada por un calor extremo. Las temperaturas máximas diarias superaron los umbrales críticos para cultivos como la soja durante numerosos días, lo que provocó la caída de las flores y una deficiente formación del grano. El Índice de Riesgo de Incendios Forestales fue anormalmente alto, lo que ocasionó incendios forestales tempranos y catastróficos en el Pantanal. La combinación de estos factores provocó una reducción de casi el 10 % en la cosecha nacional de soja y graves repercusiones en la ganadería y la salud de los agricultores.
Adaptación y gobernanza del riesgo
Para lograr resiliencia ante el calor extremo, se requiere una adaptación eficaz, como el desarrollo de razas tolerantes al calor y la implementación de un riego sostenible, con una gestión basada en el conocimiento.
Una oportunidad clave reside en aprovechar la predictibilidad del calor mediante acciones anticipatorias y avisos agrometeorológicos vinculados a sistemas de alerta temprana. Esto supondría un cambio de la gestión reactiva de crisis a la reducción proactiva del riesgo.
Mitigación
La adaptación por sí sola no es suficiente. La mitigación mediante prácticas climáticamente inteligentes guiadas por la ciencia y la información climáticas es crucial.
Los sistemas agroalimentarios representan un tercio de las emisiones mundiales a lo largo de la cadena de valor y el 70% de las extracciones de agua dulce, afirmó Martial Bernoux, jefe del Equipo de Cambio Climático de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la FAO.
En el evento paralelo, presentó una actualización de la FAO sobre los hallazgos científicos relativos a las interacciones entre la agricultura, los sistemas alimentarios y el cambio climático , que sintetiza material que podría servir de base para futuras evaluaciones del IPCC sobre los vínculos entre la agricultura, los sistemas alimentarios y el cambio climático.
Fuente externa. Aquí se puede consultar el texto original en inglés https://wmo.int/media/news/fao-and-wmo-report-highlights-extreme-heat-risks-agriculture





