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Medio Ambiente y Cambio Climático |

Naciones Unidas recordó  que las cuencas hidrográficas y los humedales boscosos proveen hasta el 75% del agua dulce que se usa en las granjas, la industria y los hogares. El llamado a la preservación y buen cuidado de los bosques debido a su relación fundamental que tienen con el agua.

Para resaltar la asociación entre bosques y agua, la ONU combinó este año la celebración del Día Internacional de los Bosques, el 21 de marzo, y el del Día Mundial del Agua, el 22 de marzo, 

En un evento especial, organizado por el Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) el director del secretariado del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques, Manoel Sobral Filho, citó un ejemplo de la relevancia de los bosques para las ciudades.

“Una tercera parte de las ciudades más grandes del mundo, incluidas Bogotá, Durban, Jakarta, Madrid, Río de Janeiro y Nueva York, dependen de los bosques para obtener una parte significativa de agua potable”, indicó el experto.

Sobral Filho señaló que aún persisten dos desafíos importantes para el manejo sostenible de esos recursos. El primero es reducir la deforestación y eliminar la tala ilegal. Además, de detener la recolección insostenible de leña para la calefacción y para cocinar. En este sentido, indicó que todavía el 40% de la población mundial utiliza leña para cocinar.

Por su parte, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló que América Latina y el Caribe poseen una enorme riqueza de recursos en estas áreas, esenciales para la seguridad alimentaria y para hacer frente al cambio climático. 

La región recibe el 29% de las precipitaciones del planeta y posee el 23,4% del área de bosques del mundo. 

La FAO alentó a todos los sectores a combatir la deforestación para cuidar el agua. Señaló que a pesar de la reducción en la pérdida de bosques de la región, de 4,45 millones en el año 2000 a 2,18 millones de hectáreas anuales en 2015, éstas siguen estando por encima de la media global.

El organismo explicó que los bosques pueden reducir los efectos de las inundaciones y prevenir la desertificación. La sequía es otro de los síntomas más negativos del cambio climático. Los árboles y los bosques pueden fortalecer la resiliencia a las sequías a través de su proceso de almacenamiento de agua.