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Medio Ambiente y Cambio Climático |

Las temperaturas medias mundiales de los seis primeros meses de este año han vuelto a batir nuevos récords, lo cual implica que 2016 va camino de convertirse en el año más caluroso jamás registrado.

 El deshielo en el Ártico se produjo de manera precoz y a gran velocidad, lo que constituye otro indicador del cambio climático. La concentración del dióxido de carbono (CO2), que impulsa el calentamiento global, ha alcanzado nuevos niveles máximos.

En dos informes distintos, uno de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos de América y otro del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS) de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), se pusieron de relieve los cambios radicales y profundos experimentados por el estado del  clima.

Junio de 2016 fue el decimocuarto mes consecutivo de récord de calor de las superficies terrestres y oceánicas. Además, fue el 378º mes consecutivo con temperaturas por encima de la media del siglo XX. El último mes en el que se dieron temperaturas por debajo de la media mensual del siglo pasado fue diciembre e 1984.

“Otro mes, otro récord. Y otro, y otro… El cambio climático se ha ido acelerando y alcanzando nuevos puntos culminantes a lo largo de los decenios, y a él se ha sumado el fuerte episodio de El Niño de 2015/2016”, manifestó el Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), señor Petteri Taalas.

“Este episodio de El Niño, uno de los más fuertes jamás registrados y que hizo subir el termostato de la Tierra, se ha disipado. Sin embargo, el cambio climático, causado por los gases de efecto invernadero que atrapan el calor, no va a desaparecer. Ello significa que nos veremos abocados a más olas de calor y más precipitaciones extremas, y existe la posibilidad de que se den ciclones tropicales cuyo impacto sea mayor”, dijo el señor Taalas.

Este año las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera han rebasado el hito simbólico de las 400 partes por millón (ppm). Los niveles de CO2 varían en función de la estación, pero la tendencia subyacente es al alza. En el primer semestre de 2016 experimentaron un incremento sorprendente, alcanzando en el mes de junio casi 407 ppm, lo que supone 4 ppm más que en junio de 2015.

“Esto pone de relieve que es más acuciante que nunca la necesidad de ratificar y aplicar el Acuerdo de París sobre el cambio climático y de acelerar la transición a economías con bajas emisiones de carbono y a las energías renovables”, manifestó el señor Taalas.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon ha invitado a los dirigentes mundiales a un acto especial el 21 de septiembre a fin de que depositen sus instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión al Acuerdo de París sobre el cambio climático. Esa ocasión brindará además la oportunidad a otros países para que se comprometan públicamente con el Acuerdo antes de finales de 2016.

Temperaturas

La temperatura media en los primeros seis meses de 2016 superó en 1,3 °C (2,4 °F) los niveles de la era preindustrial (finales del siglo XIX), según la NASA.

La NOAA informó de que la temperatura media mundial de la superficie terrestre y oceánica para ese mismo período de enero a junio había sido superior en 1,05 °C (1,89 °F) a la media del siglo XX, batiendo así en 0,20 °C (0,36 °F) el récord anterior, alcanzado en 2015.

En 2016 todos los meses se batieron récords de calor. En su mayoría, las temperaturas mundiales de la superficie terrestre y oceánica fueron más altas o mucho más altas de lo normal.

El episodio de El Niño, que se formó en 2015 y que fue uno de los más fuertes jamás registrados, contribuyó a las temperaturas sin precedentes que se dieron en la primera mitad de 2016. Se disipó en mayo.

La OMM utiliza conjuntos de datos de la NOAA, el GISS de la NASA, la Oficina Meteorológica de Reino Unido y datos de reanálisis del Centro europeo de predicción meteorológica a medio plazo (CEPMMP) para calcular estadísticas de las temperaturas mundiales, destinadas a su informe anual sobre el estado del clima.

Hielo marino del Ártico

El calor ha sido particularmente intenso en el Ártico, lo que hizo que el comienzo de la temporada anual de deshielo del manto de hielo de Groenlandia y del hielo marino del Ártico fuera especialmente precoz. La cubierta de nieve en el hemisferio norte fue excepcionalmente reducida. A 20 de julio de este año la extensión de los hielos marinos estaba muy cercana a la más baja jamás registrada por esas fechas.

Por lo general, la extensión del hielo marino del Ártico en el momento álgido de la estación de deshielo estival ya es un 40 por ciento menor que a finales del decenio de 1970 y comienzos de 1980. Se ha venido produciendo una disminución de un 13,4 por ciento por decenio de la extensión del hielo ártico en el mes de septiembre, que es cuando esa superficie es la menor de todo el ciclo anual.

Precipitación

En junio de 2016 se dieron variaciones significativas de la precipitación a escala mundial. Fue mucho más escasa de lo normal en la parte occidental y el centro de la zona continental de Estados Unidos, España, el norte de Colombia, el noreste de Brasil, Chile, el sur de Argentina y en zonas del centro de Rusia.

Se observaron condiciones más húmedas de lo habitual en todo el norte de Argentina, en el norte y el centro de Europa, en la mayor parte de Australia, y en el centro y el sur de Asia.

Desde enero hasta el 4 de julio en China se dieron unas precipitaciones que superaron la media en un 21,2 %. La temporada de crecidas en el sur del país empezó el 21 de marzo, 16 días antes de lo normal, y en más de 150 distritos se dieron unas condiciones de humedad sin precedentes, según la Administración Meteorológica de China. El curso de agua de más de 300 ríos superó el nivel de alerta.

Decoloración coralina

Las temperaturas del mar de Coral (donde se encuentra la Gran Barrera de Coral) y del mar de Tasmania fueron las más altas jamás registradas durante períodos prolongados desde finales del verano de 2016, según la Oficina de Meteorología de Australia.

Estas aguas cálidas también han contribuido a las altas temperaturas de la superficie del mar en Australia y a una decoloración sin precedentes de la Gran Barrera de Coral, según el Consejo Climático de Australia, organismo independiente.

En los últimos años se ha producido una decoloración masiva de los arrecifes de coral en muchas otras partes del mundo. 

El informe de la NOAA puede consultarse aquí.