Este 14 de abril, la Fundación Zile desea recordar al pueblo dominicano y haitiano la importancia histórica y simbólica del Día de la Confraternidad Domínico-Haitiana y Panamericana, instituido por la Ley No. 1105 del 14 de abril de 1936.
Esta fecha, concebida como un gesto de acercamiento y entendimiento entre las dos naciones que comparten la isla, ordenaba además su conmemoración en las escuelas públicas del país, resaltando su “significación particular para el pueblo dominicano”.
A casi un siglo de esa disposición, es necesario reactivar el espíritu de esta ley, no como un acto simbólico, sino como una política de Estado, donde los Ministerios de Educación y de Cultura* asuman un papel activo en la organización de actividades formativas, cívicas y culturales que fomenten el respeto mutuo, el conocimiento recíproco y la paz duradera entre Haití y República Dominicana.
Asimismo, urge establecer la práctica de intercambios de mensajes entre los jefes de Estado de ambos países cada 14 de abril, como un gesto protocolar de buena voluntad que exprese la voluntad de cooperación bilateral más allá de las coyunturas.
Este año, la conmemoración del Día de la Confraternidad se produce en un contexto de gran dolor para ambos pueblos:
- En Haití, la violencia de las pandillas ha cobrado la vida de más de cinco mil personas y provocado el desplazamiento masivo de familias enteras;
- En la República Dominicana, la tragedia del derrumbe en la discoteca Jet Set ha dejado al país en duelo con más de doscientos fallecidos.
Hoy, más que nunca, la fraternidad entre nuestras dos naciones debe transformarse en solidaridad activa. Solidaridad que consuela, que abraza y que convoca.
En ese espíritu, la Fundación Zile anuncia que, en atención a este cuadro de duelo binacional, ha decidido modificar el formato de la XIII Semana de la Diáspora Haitiana, originalmente prevista del 20 al 27 de abril, para adoptar el nombre de “Semana de la Solidaridad Binacional”. Este nuevo formato contempla 15 actividades no festivas que se llevarán a cabo en cinco ciudades de la República Dominicana, con enfoque espiritual, comunitario, educativo y cultural, orientado a reforzar los lazos humanos entre nuestros pueblos.
“Fraternidad es sabernos distintos, pero comprometidos a caminar juntos. Hoy, en el dolor, que esa fraternidad florezca en verdadera solidaridad.”