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Migración | Fuente Externa

Los conflictos bélicos, las persecuciones y la vulneración de derechos humanos elevó a casi 71 millones el número de personas que hasta finales del 2018 se habían visto obligadas a dejar sus casas, 2,5 millones más que en el 2017. Siria sigue siendo el país que genera más desplazados, sea dentro de sus propias fronteras, cerca de 6,2 millones, o en el exterior, 6,8 millones, como refugiados y solicitantes de asilo.

El informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) destaca que de los citados 71 millones, 13,6 son nuevos desplazados, lo que supone que durante el 2018 cada día 37.000 personas se vieron obligadas a instalarse y buscarse la vida lejos de sus hogares. De este contingente de víctimas de todo tipo de violencia, 25,9 millones son refugiados, 500.000 más que en el 2017; 3,5 millones, solicitantes de asilo, y los restantes 41,3, desplazados en sus propios países.

Acnur precisa que dichos 71 millones (en concreto 70,8) es una “estimación conservadora” pues sólo refleja una parte del éxodo venezolano. Acnur informó el pasado día 7 que más de cuatro millones de personas habían abandonado Venezuela, un millón más que la cifra que recoge este último informe, que incluye datos hasta finales del 2018. Pero cabe un análisis más pormenorizado para establecer cuántos encajan en el perfil de refugiado. A finales del 2018, había 464.229 venezolanos pendientes de que se resolviera su petición de asilo.

Las naciones más pobres reciben a una tercera parte de las personas que dejan sus casas y Líbano es el país que acoge a más refugiados en relación a su población. Acnur subraya que uno de cada seis habitantes son desplazados sirios, aunque se sospecha que la proporción podría ser superior. La competencia por el trabajo, la presión que sufren el medio ambiente y servicios como el suministro de agua y de electricidad, sumado a la difícil gestión de los residuos, han tensado la convivencia entre la población local y los extranjeros. Hay pueblos en los que el número de sirios triplica a los autóctonos, como Gaze.

En cifras absolutas, Turquía es el país que aloja a un número más elevado de desplazados procedentes de Siria, más de 3,6 millones. De hecho, la inmensa mayoría se han quedado en la región, en los citados Líbano y Turquía, además de en Jordania y Egipto.

La violencia extrema en Yemen, Sudán del Sur, la RD del Congo, Afganistán, Irak, Nigeria, Somalia, Siria y el éxodo de los rohinyás de Myanmar ha alimentado los desplazamientos forzosos. En la última década, el número de personas que han huido de sus países ha pasado de los 43,3 millones del 2009 a los 71 millones actuales.

El informe destaca que a finales del 2018 alrededor de 3,5 millones de personas estaban a la espera de que se resolvieran sus peticiones de asilo en todo el mundo. Sólo en España el colapso del sistema ha provocado que se hayan acumulado más de 100.000 expedientes.

Uno de los datos más preocupantes es que como mínimo 138.600 menores marcharon de sus países solos, sin la compañía de ningún adulto, con el consiguiente riesgo de ser abusados y explotados. Sólo Uganda registró 2.800 niños que no habían cumplido los cinco años y que sobrevivían separados de sus familias. Acnur apunta que la falta de información complica hacer un diagnóstico más preciso sobre un colectivo tan vulnerable y considera que la cifra real es muy superior.

 

refugiados
refugiados (LV)

 

refugiados
refugiados (LV)
 
0
20
40
60
80
100
120
140
Líbano
156
Jordania
72
Turquía
45
Chad
29
Uganda
26
Sudán
26
Suecia
25
Sudán del Sur
23
Malta
20
Djibouti
19