Según el experto en materia migratoria, el Dr. Alejandro Portes, “los flujos migratorios tienen consecuencias importantes para los países y localidades que los reciben, no solo para aquellos de los que salen.
Pocas veces estos logran cambios trascendentales de los sistemas políticos y económicos en las comunidades de acogida y de origen”. El sociólogo cubano-estadounidense también entiende que la migración y las remesas constituyen el verdadero programa de supervivencia económica para la población de nuestros países.
“Los flujos de migración cíclicos pueden mejorar las perspectivas de desarrollo de las localidades emisoras. Los migrantes que regresan traen consigo ahorros y habilidades aprendidas en el extranjero”. Para el experto, anteriormente la migración de talentos altamente calificados se consideraba una pérdida absoluta para las naciones de origen, que es lo que se conoce como fuga de cerebros. “Eso era lo que se creía hasta hace una década. Una literatura más reciente enfatiza las transferencias que los migrantes calificados pueden hacer a sus comunidades de origen en conocimientos, inversiones, remesas, etc., como es el caso de varios países asiáticos. China quizá fue la primera en darse cuenta de la importancia de sus expatriados”.
También señala que los migrantes calificados tienen la capacidad de convertir la migración permanente en migración circular. “Es común que ingenieros y especialistas de alta tecnología, por ejemplo, en la India, regresen y hagan contribuciones a sus universidades y transfieran conocimientos e inviertan en sus países de origen”.
Alejandro Portes es profesor Howard Harrison y Gabrielle Snyder Beck Emeritus de Sociología en la Universidad de Princeton, profesor de Investigación en Sociología y profesor de Leyes en la Universidad de Miami. Fue el director fundador del Centro de Migración y Desarrollo en la Universidad de Princeton. Nacido en la Habana, Cuba, emigró a los Estados Unidos en 1960. Se educó en la Universidad de La Habana, la Universidad Católica de Argentina y la Universidad de Creighton. Recibió su Maestría en Artes y su Doctorado en Filosofía de la Universidad de Wisconsin-Madison, además ha recibido Doctorados Honorarios de New School for Social Research, la Universidad de Wisconsin-Madison, la Universidad de Génova en Italia y la Universidad de Roskilde en Dinamarca. En 2019, recibió el Premio Princesa de Asturias de mano de la Corona Española por sus méritos académicos en Sociología.
Otro tema que se olvida es la contribución de los migrantes a los países receptores y los grandes beneficios económicos que estos aportan a dichas naciones. Los migrantes contribuyen al desarrollo en gran medida en los países receptores. Las empresas de alta tecnología, agricultura, construcción, etc., dependen de los migrantes en esos países receptores. Las principales contribuciones de las migraciones al desarrollo han tenido lugar no en las naciones de origen, sino en las de destino. Canadá, Estados Unidos y España han podido mantener sus dinámicas demográficas en alguna medida porque están abiertos a la migración.
Al explicar el caso de República Dominicana el autor de más de 250 artículos y capítulos sobre los procesos de desarrollo nacional, migración internacional, urbanización de Latino América y el Caribe y de economía social entiende que el país juega un papel altamente estratégico en los estudios y políticas sobre el transnacionalismo. “Fue sede de los estudios pioneros sobre estas dinámicas cuando ni siquiera este concepto existía. Ese fue el caso del libro de Sherri Grasmuck y Patricia Pessar, Entre dos islas. Y luego en The Transnational Villagers, traducido como De Baní a Boston en la colección Clásicos de la Migración Dominicana del INM RD. República Dominicana es un país que avanza. Su diáspora aporta remesas y también aporta más soluciones que problemas tanto para el país emisor como receptor”.
Portes estuvo en territorio dominicano como invitado especial del Instituto Nacional de Migración (INM RD) para impartir la conferencia magistral “Migración y desarrollo: Una revisión de las tendencias globales”. Este evento contó con el apoyo de la Universidad Iberoamericana (Unibe), el Instituto de Educación Superior en Formación Diplomática y Consular (INESDYC) y el Banco Mundial (BM).