El líder de la Organización y el Sistema de la ONU lamentan profundamente el siniestro que dejó 38 migrantes muertos y casi 30 heridos en la frontera con Estados Unidos, y abogan por una gestión humana y justa de los crecientes flujos de población que se desplazan en América.
António Guterres reitera su compromiso de trabajar con los gobiernos para establecer vías migratorias seguras.
El Secretario General de las Naciones Unidas expresó gran consternación por la muerte de 38 personas en el incendio ocurrido el lunes por la noche en un centro migratorio en Ciudad Juárez, Chihuahua, una metrópoli lindante con El Paso, Tejas, en la frontera entre México y Estados Unidos.
En un comunicado divulgado por su portavoz, António Guterres instó a emprender una investigación exhaustiva de la tragedia y reiteró su compromiso de “seguir trabajando con las autoridades de los países en los que se producen movimientos de personas para establecer vías de migración más seguras, reguladas y organizadas”.
Guterres también ofreció sus condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos y deseó la pronta recuperación de las 29 personas que resultaron lesionadas en el siniestro.
El recinto incendiado forma parte de las instalaciones del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, custodiadas por las autoridades migratorias de México.
Según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en México, había 68 personas extranjeras en el centro migratorio en el momento en que se produjo el incendio.
Procedentes de diversos países de América Latina
Los reportes preliminares indican que los migrantes procedían de Centroamérica, especialmente de Guatemala, así como de Venezuela y Colombia, entre otros países de América Latina.
La Oficina de la ONU detalló que entre los fallecidos se encontraban algunas personas que esperaban solicitar asilo en Estados Unidos.
En nombre del Sistema de las Naciones Unidas en México, la Oficina sumó su voz a la del Secretario General para pedir que se realice “una investigación exhaustiva que deduzca responsabilidades en el suceso” y manifestó su solidaridad a las familias de las víctimas. Quema de protesta
Las informaciones oficiales señalan que los migrantes prendieron fuego a sus colchonetas para protestar porque iban a ser deportados y el incendio se propagó y salió de control. Algunos despachos de prensa, por otra parte, aseguran que las protestas estaban relacionadas con la falta de agua y el encierro en las instalaciones, aunque coinciden en que los migrantes iniciaron el siniestro al quemar sus colchonetas.
El Sistema de la ONU en México recordó los compromisos internacionales sobre migración y asilo de los cuales México es parte, y citó en concreto, el Objetivo 13 del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular llama a asegurar que “cualquier detención en el contexto de la migración internacional cumpla las garantías procesales, no sea arbitraria, se base en la ley, la necesidad, la proporcionalidad y la evaluación individual; esté a cargo de funcionarios autorizados y dure lo menos posible.”
También aludió a los Pactos Mundiales de 2018 para la Migración y sobre Refugiados, que llaman a crear alternativas a la detención que no sean privativas de la libertad, adoptando un enfoque basado en los derechos humanos.
Migración con enfoque humano
Al igual que el Secretario General, la ONU en México hizo patente su compromiso de trabajar con las autoridades para establecer rutas migratorias seguras, reguladas y ordenadas, que implementen medidas de prevención a fin de reducir el riesgo de víctimas mortales y evitar que hechos como este vuelvan a ocurrir.
En el mismo tenor, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, instó a los países de la región “a abordar de manera humana, justa y efectiva los crecientes flujos de población a través de América”.