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Opinión | Amy Goodman y Denis Moynihan:

Emmett Till habría cumplido 82 años el 25 de julio. Pero fue asesinado cuando tenía 14 años de edad, el 28 de agosto de 1955, por dos hombres blancos que lo sacaron a rastras de la casa de su tío abuelo en la localidad de Money, estado de Misisipi, por supuestamente haberle dirigido un silbido a una mujer blanca.

Los hombres golpearon y torturaron a Emmett y le dispararon en la cabeza. Después, amarraron su cuerpo con alambre de púas a una pesada desmotadora de algodón y lo arrojaron al río Tallahatchie. Su cadáver, hinchado y desfigurado, fue descubierto varios días después. Su madre, Mamie Till-Mobley, hizo que el cuerpo de su hijo fuera enviado de regreso a Chicago e insistió en que Emmett recibiera un funeral de ataúd abierto, para que el mundo viera los devastadores efectos del racismo y la brutal crueldad de la intolerancia. La revista Jet Magazine y otros medios publicaron fotos de Emmett en el ataúd, con la cabeza hinchada y deformada por la violencia que había recibido. Esas imágenes conmocionaron al mundo entero e impulsaron el movimiento por los derechos civiles, para luchar contra las leyes segregacionistas Jim Crow.

Mamie Till-Mobley explicó en ese entonces por qué tomó la decisión de que el cuerpo de su hijo fuera expuesto en un ataúd abierto. “Creo que todo Estados Unidos está haciendo el duelo conmigo. Si la muerte de mi hijo puede representar algo para otras personas desafortunadas en el mundo, el hecho de que haya fallecido como un héroe significará más para mí que el simple hecho de su muerte”.

Sesenta y ocho años después del fallecimiento de Emmett Till, el presidente Joe Biden anunció formalmente la creación del Monumento Nacional en honor a Emmett y a su madre. El presidente firmó la proclamación el día en el que Till habría cumplido 82 años.

El monumento consta de tres memoriales, que se erigirán en tres lugares distintos. Uno de ellos se alzará en la iglesia Roberts Temple Church of God in Christ, en el barrio South Side de Chicago, donde se celebró el funeral de Emmett. Otro de los memoriales estará ubicado en el Juzgado del segundo distrito del condado de Tallahatchie, en la localidad de Sumner, estado de Misisipi, donde los dos asesinos de Emmett fueron absueltos por un jurado conformado exclusivamente por ciudadanos blancos. El tercer monumento se levantará en un área conocida como Graball Landing, junto al río Tallahatchie, donde se cree que se encontró el cadáver de Emmett Till. El cartel conmemorativo en Graball Landing se hizo a prueba de balas para resistir los intentos de destruirlo, ya que ha sido objeto de innumerables ataques con armas de fuego y actos vandálicos.

La dolorosa historia del linchamiento de Emmett Till y el extraordinario coraje de su madre están indeleblemente grabados en el entramado histórico de Estados Unidos. El 1 de diciembre de 1955, menos de tres meses después del asesianto de Emmet, conmocionada e indignada por las fotos del cadáver del joven afroestadounidense, Rosa Parks se negó a ceder su asiento a un pasajero blanco. Esta acción desencadenó la campaña de boicot al sistema de autobuses de Montgomery, una protesta contra la política de segregación racial en el sistema de transporte público de esa ciudad que se prolongó durante más de un año. La Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad de 1963 se celebró el 28 de agosto, aniversario del asesinato de Emmett Till.

Sin embargo, en la actualidad hay personas que intentan tergiversar la historia y encubrir el racismo sistémico tan enquistado en el país. A la cabeza de estos revisionistas está el gobernador del estado de Florida y precandidato presidencial republicano, Ron DeSantis. A principios de este año, DeSantis dispuso la revisión de los contenidos del curso avanzado de estudios afroestadounidenses que se dicta en las escuelas secundarias del estado. La revisión excluyó del contenido del curso a prominentes escritores negros y libros de autoras feministas, así como también menciones al movimiento Black Lives Matter.

Posteriormente, la semana pasada, el Departamento de Educación de Florida emitió un documento con las directrices para las clases de estudios sociales del presente año escolar. El documento, de 216 páginas, señala: “La instrucción incluye cómo las personas esclavas desarrollaron habilidades que, en algunos casos, pudieron utilizar para su beneficio personal”.

Durante un acto de campaña que celebró en el estado de Utah, se le pidió al gobernador DeSantis que explicara esta impactante reescritura de la brutal y sangrienta historia de la esclavitud en Estados Unidos. DeSantis contestó:

“Probablemente se va a mostrar cómo algunas de estas personas aprovecharon estas habilidades para ganarse la vida más adelante, como habilidades para la herrería, por ejemplo”.

En conversación con Democracy Now!, el renombrado abogado de derechos civiles Benjamin Crump, que reside en Florida, expresó sobre estas declaraciones: “Esto es repugnante. Es increíble que, en 2023, el precandidato presidencial republicano que se encuentra en segundo lugar en las preferencias les esté diciendo a sus partidarios y al estado que gobierna que, a partir de ahora y comenzando por la escuela secundaria, se les va a enseñar a los estudientes que la esclavitud tuvo algunos aspectos positivos. Esto es totalmente absurdo. Puede causar graves traumas psicológicos a los estudiantes afroestadounidenses. No lo vamos a tolerar. Analizaremos todas los recursos legales disponibles y los utilizaremos en los tribunales”.

El catálogo de atrocidades perpetradas durante siglos en el marco de la institución de la esclavitud legal en Estados Unidos es extenso. Incluye trabajos forzados, golpizas, azotes, torturas, violaciones, asesinatos, separación de familias, denegación y criminalización de la educación, y muchas otras infamias. La sugerencia de que las millones de personas esclavizadas en este país se beneficiaron de algún modo de su esclavitud es sencillamente grotesca.

Por supuesto, muchos africanos esclavizados y sus descendientes esclavizados aprendieron habilidades que les fueron útiles posteriormente a lo largo de sus vidas, pero estas surgieron como resultado de su resistencia. Harriet Tubman huyó hacia el norte del país, desde el estado de Maryland hasta la ciudad de Filadelfia, y empleó esa dura experiencia adquirida para liderar entre once y 30 arriesgadas misiones de rescate de otras personas esclavizadas. Las condujo hacia la libertad, generalmente durante la noche, utilizando las estrellas como guía.

La esclavitud legal terminó en Estados Unidos el 5 de diciembre de 1865, con la ratificación de la Decimotercera Enmienda de la Constitución, pero sus ecos persisten dolorosamente hasta nuestros días. Los monumentos y los memoriales son importantes para evitar que se tergiverse y manipule la historia, pero un movimiento social vigoroso es la mejor defensa contra quienes buscan revertir el avance logrado.