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Opinión | Por Riamny Méndez Féliz

En Libertarias entrevistamos a Inka, un artista de Villa Mella que mezcla y reinventa los ritmos tradicionales de su comunidad con géneros urbanos.  Conversamos sobre música, espiritualidad y gestión cultural.

Inka se mueve en la escena de la música alternativa y su álbum Villa Mella fue catalogado por la icónica revista Rolling Stone como uno de los 50 mejores producidos en español en 2023.

Libertarias. ¿Cuáles son las bases de tu propuesta musical? Te pregunto porque la asocio con la música urbana, pero tiene influencias de los ritmos que solemos relacionar con Villa Mella.

Inka. Bueno, la música urbana siempre ha tenido los ritmos que se usan aquí en los géneros tradicionales. Muchas veces están más simplificados, están entendidos desde otra lógica, desde la lógica electrónica, porque se producen en computadoras, con sonidos grabados, están resampleados. A mí me gusta añadirle los patrones rítmicos de los instrumentos originales, eso fue lo que hice en el álbum Villa Mella, que lancé el año pasado, y fue calificado como uno de los 50 mejores álbumes en español por la revista Rolling Stone. 

Me encanta que haya llegado a nivel internacional, me parece que es un orgullo. Ahí están los tambores de Villa Mella que, a fin de cuentas, son una representación de los tambores de San Juan, Hato Mayor, Cotuí, y de tantos lugares en nuestro país que tienen esa esencia y esa música de tambores, que nosotros llamamos música de palo, pero son un montón de estilos diferentes.

Libertarias. Bueno, quizás así son todas las músicas dominicanas, tienen tantas variantes…a veces me pregunto si a lo que llamamos merengue es realmente un solo ritmo con variantes o son varios ritmos distintos…

Inka. Lo que llamamos merengue fue una de las músicas que el poder, en un determinado momento, impulsó y patrocinó, como pudo haberlo hecho con la salve, la sarandunga (dominicana)…

Libertarias. ¿Para quién haces música? Pregunto porque por un lado recuperas ritmos de Villa Mella, de donde vienes, te vinculas con la comunidad, y por otro lado te mueves en la escena alternativa, que se da en la Zona Colonial… no creo que vaya mucha gente de Villa Mella por ahí…

Inka. Bueno, tú te sorprenderías porque sí aparecen. Claro, hay un público (mayoritario) de otras zonas, personas que no son de barrios marginalizados, de la periferia.

Te diría que yo canto para mí en primer lugar, hago música por una necesidad personal, espiritual, de expresión, que todos los seres humanos tenemos. Lo hago a través de la música, como otras personas lo hacen a través del baile, del periodismo… ustedes me entienden. Y luego la hago para quien la escuche, para quien la baile, es algo que tiene esta música de tambores, esta música urbana, que al final del día se baila, donde quiera que vayas, seas rico, seas pobre, de Villa Mella o de Piantini, esos pies se mueven…

Libertarias. Entiendo que haces también investigación, no solo sobre registros, tonalidades y ritmos, también sobre el origen y significados de la música. Quizás algo parecido a lo que hizo la generación de Luis Días, desde otro espacio y contexto.  ¿Qué te ha sorprendido sobre nosotros los dominicanos, los capitaleños o de la gente de Villa Mella que quizás no tenemos muy claro?

Inka. Creo que, en general, tenemos pocas cosas claras (de lo que tenemos y somos) a nivel cultural. Lo que más me sorprendió fue un ritmo que sale de un instrumento que se llama la canoíta, porque es el mismo que se usa en la mayoría de los dembow. Bueno, no lo sabía, y al final es un ritmo que viene de la misma fuente, que se dispersó en muchos países de América, y alrededor del mundo, viene de África.

 

Son tan contagiosos esos ritmos y se han mantenido tanto tiempo y siendo tan populares… por eso se les puede sacar tanto. Para mí son inagotables estas variedades rítmicas africanas y afrodiaspóricas.

Libertarias. Bueno, quizás como la han reinventado artistas de otros géneros, ahora la música afrodiaspórica se reinventa con la música urbana. Pero hay un gran rechazo a esta música por sus letras, que a veces son tan explícitas sexualmente que a muchas personas les resultan incómodas…

Inka. Puede ser incómodo a veces. Siempre me gusta recalcar que, al final del día, esto es el resultado de la desigualdad…

Libertarias. ¿Qué quieres decir?

Inka. Lo que sea que te están contando, te lo están contando porque lo están viendo, porque está pasando. Si molesta escucharlo, hay que preguntarse por qué molesta escucharlo y cuáles son las causas. En lugar de enfocarse en criticar a un exponente que a lo mejor se desayunó con un pan con agua, quizás es mejor criticar la causa de tantas situaciones que se cuentan con el dembow y que son incómodas de escuchar.

Es verdad que en las letras muchas veces hay machismo, homofobia, misoginia. Pero bueno, el Estado es misógino también, el gobierno dominicano históricamente ha sido misógino.  Entonces no justifico nada, pero si me gusta redireccionar la atención hacia las autoridades, porque tienen el poder, la responsabilidad y el presupuesto.

Muchas veces molesta más la música urbana por quienes la exponen, porque son gente de barrio, gente negra.  A la música urbana le han hecho su lavado, la han hecho “pop”, y cuando la hacen más agradable para las élites, simplemente (piensan que) no esta tan mal…

Libertarias. Entiendo, pero seas de clase trabajadora o de clase media, es difícil escuchar cierta música urbana con la familia, con tu mamá presente. Eso puede ser una desventaja. Hay machismo en todo tipo de música y en la literatura, pero el lenguaje sexual tan explícito la hace difícil de digerir para muchos públicos…

Inka. Es cierto, la música urbana es más explícita. Trato de decir lo que quiero decir lo más claro que pueda, quiero que me entiendan y que me entiendan rápido, eso me interesa demasiado.

Hay que ser responsable también, tengo hermanas que son pequeñas, siempre habrá cosas con las que no estamos de acuerdo, vamos a tener que soportarlas. Nosotros que tenemos discernimiento y criterio tenemos que hablar con los menores sobre sexo, droga, inseguridad, delincuencia, vamos a hablar de eso. Yo creo que es crianza responsable, quisiera que si mi hija (cuando la tenga, ahora no soy padre) ve algo que no me gusta, yo pueda sentarme a decirle qué significa y por qué no está bien.

 

Libertarias. Se sabe que las músicas de Villa Mella y otros ritmos afrodominicanos están conectados con la espiritualidad, ¿esto influye en que se mantengan?

Inka. Es una de las razones por las que se mantiene, a pesar de la falta de atención, de políticas públicas, del rechazo social y del gobierno.

Esa música tiene que ver con la trascendencia humana. Por ejemplo, este domingo se van a celebrar unos nueve días y a la persona que falleció esa es la música que le van a tocar en Villa Mella. Representa un compromiso espiritual, familiar y con la comunidad, y de pasión, es muy apasionante la música y por eso ha sido tocada en diferentes formas.

También hay grupos de palos urbanos de Villa Juana, San Carlos y en el interior hay muchísimos grupos y diferentes expresiones.

Libertarias. A veces pensamos que la música de palos, como le decimos,  es ya cosa de gente muy adulta y que cuando esa generación no esté, la vamos a perder…

Inka. Hay jóvenes, eso da gusto verlo. Hay grupos donde todos los integrantes tienen menos de 30 años, hay grupos donde hay ancianos, ý otros donde tocan juntos jóvenes y gente muy adulta, son muy variados, y eso está bien.

Toco con Evaristo Moreno y él tiene dos hijos que también son jóvenes, y por el amor que tienen por su tradición, estoy seguro de que se la enseñarán a sus hijos.

Libertarias. ¿Tenías un acercamiento a esas músicas y tradiciones desde niño o llegaste a ellas después de adulto y con cierta educación musical?

Inka. Después de adulto, cuando era más joven tenía interés y me dijeron que era malo y peligroso. Tampoco vivía en una comunidad donde se hicieran fiestas de palo, pero estaba cerca de una donde sí se hacían. Me incliné por estas manifestaciones siendo adulto, cuando tenía poder de decisión.

Libertarias. A veces se estigmatiza la religiosidad popular y su espiritualidad, a pesar del rol que juega en mantener la cohesión en las comunidades… aunque tiene cierta informalidad, ¿o no es realmente tan informal?

Inka. Es bastante formal, hay jerarquía, organización, fechas específicas en las que se hacen ritos específicos. De formal lo tiene todo.

Libertarias. ¿Te identificas solo con la música o también con la espiritualidad que está detrás de esta música?

Inka. Bueno, llegó mucha gente de África con diferentes creencias y de algún modo lograron volverse como un sancocho, que mucha gente llama santería, vudú dominicano, hay estudiosos que le llaman religión afrodominicana, religión sincrética, es como una amalgama de diferentes visiones de África y también de lo europeo e incluso de lo taíno, porque se dice que en las 21 divisiones hay una división del agua que es una división indígena, taína.

Yo me identifico con estas creencias. Creo en la energía, todo es energía, somos energía y la energía tiene que ver con la intención y la intención que le han puesto a su energía mis ancestros la han puesto en esas creencias, en esos espíritus, en esas imágenes y es un legado cultural que siento. No soy fanático, para mi es muy difícil ser fanático de algo, para mi es muy difícil creer total y ciegamente en algo, pero sí lo respeto, tengo mi fe y me encanta vivirlo.

Libertarias. ¿Cómo te has formado en la música?

Inka. Es un país muy musical, es una bendición. No tengo formación académica, pero sí la estoy estudiando. Tengo guitarra, aprender un instrumento me ha hecho entender mejor la música, mi formación es autodidacta y bien mixta, pero me gusta eso.

Libertaras. Tocaré un tema delicado. Si bien es cierto que las religiones, incluyendo las de origen africano, ayudan a mantener la cohesión social, también reproducen el machismo. Puedo estar equivocada, pero tengo la percepción de que las cofradías y otras manifestaciones pueden ser espacios bastante machistas, ¿cómo te posicionas frente a esto?

Inka. Mi postura siempre es: todos los derechos son para todas las personas, todas las personas merecen respeto y son valiosas.

Libertarias. Me refiero a que, como lo percibo, los liderazgos de las religiones afrodescendientes, como los de las de origen europeo, son machistas y esto se refleja, por ejemplo, en la cofradía y luego en las familias y en las comunidades. Quien manda es el hombre y los hombres jóvenes siguen aprendiendo y reproduciendo estas creencias…

Inka. Si, es bueno que se hable, que se integre más a las mujeres, porque eso hace que crezca la tradición. Sí, los tocadores son hombres y si hay mujeres, tocan el pandero, bailan, pero sería bueno que se integren más a tocar tambores, por ejemplo. En cuanto a la logística, son las mujeres quienes organizan las tradiciones.

Hay una desigualdad que se refleja, pero siento que no es una disposición de la creencia, sino que es un reflejo de lo social.

Y he visto personas trans que se sienten cómodas y tienen liderazgo en este tipo de tradición.

Libertarias. ¿Por qué crees que gente usualmente tan discriminada se siente cómoda en estos espacios?

Inka. No sé tanto de religión, pero creo que se debe a que no son espacios relacionados con el puritanismo, no están tan marcados por el control de la expresión humana, de la sexualidad, de lo que te gusta o no te gusta.

Podría decir que no se usa la culpa como camino a la santidad. Crecí en la iglesia Pentecostal y sentía esa visión de culpa, penitencia, pagar… como que todo el tiempo te sientes culpable y como que tienes que comprar tu salvación. En este tipo de expresiones siento más el gozo como modo de adoración, o sea alguien fallece y le tocamos música y se baila, no hay un entendimiento del gozo como algo que está mal en momentos de tristeza, sino como que cumple con su función de que la persona fallecida termine de manera adecuada, que llegue a donde tiene que llegar.

Libertarias. Además de música, realizas una actividad, no siempre bien comprendida, llamada gestión cultural. Cuéntanos en qué consisten las gestiones culturales que realizas.

Inka. También lo llamo activismo cultural, por ejemplo, a través de la difusión, en Instagram como andoinka. Recientemente lancé una serie llamada “Los remedios de la abuela” con el Centro Cultural de España.  Habla de la medicina natural. Grabé a tres señoras haciendo remedios, es un proyecto que me hace feliz, quiero seguir haciendo este tipo de proyectos.

También realizo talleres, conversatorios, y enseño música de palos, de tambores.

Libertarias. ¿Cuáles son tus próximos planes en la música?

Inka. Voy a grabar conciertos en vivo para hacer un audiovisual del álbum Villa Mella, este es mi proyecto principal, en el que estoy trabajando ahora.

 *Canoa Púrpura, es la columna del proyecto periodístico de Colectiva Púrpura y de su podcast Libertarias, que se transmite por La República Radio.