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Opinión | Yesibón Reynoso

La activista de los de los derechos de los  descendientes de haitianos nacidos en la República Dominicana, Estefani Feliz  sufrió una agresión Psicológica y Física por tercera vez en los últimos meses. En esta ocasión junto a su acompañante Lidio Polo.

Ambos miembros del Movimiento Reconoci.do. Estefani Feliz Pérez llega a la parada de guagua Sinchomiba de Barahona a las 9:00 de la mañana con su acompañante Lidio Polo para viajar a Santo Domingo, en el momento en que ella pretende abordar el autobús fue agredida por  el control de la parada, quien vociferando "no vamos a montar a esa haitiana ahí", de inmediato su acompañante Lidio Polo se dirige al control preguntándole ¿Qué te hace pensar que nosotros somos haitianos? No es correcta la afirmación que hace sobre nosotros y que además no existe ninguna justificación para impedir el disfrute de nuestro derecho a la libertad de tránsito.

El control agudizó su xenofobia hasta amenazar a Estefani por lo que tuvo que intervenir Lidio a quién el control le escupió en la cara y lo agredió con un peñón en la frente. La gravedad del problema se intensifica más cuando la multitud se une al control entre todos golpearon a Lidio y a Estefani como pudieron. 

Estefani cuenta que todavía siente los golpes en su espalda, cuello y caderas; y dice que en dos oportunidades se lanzó entre las personas que le propinaron la paliza a Lidio cuando ella pedía para que no lo lastimaran peor de lo que fue. 

Lidio y Estefani fueron a la Procuraduría Fiscal del Distrito Judicial de Barahona, siendo atendidos por el Lic. Mario D. Feliz Acosta quien es Magistrado Fiscal de Barahona, expidiéndoles una cita para que el Dr. Miguel García, Médico Legista de Barahona les realice los estudios de lugar con la finalidad de documentar la profundidad de las agresiones. 

Memorias contra el olvido. Esta persecución a Estefani específicamente es por tercera vez lo que nos reafirma que estos casos no son fortuitos.

Estos tres casos son el reflejo de muchas otras agresiones  que no se salen a la luz pública, que no se cuentan porque las víctimas no saben quizás que pueden cambiar las mentes "podridas de discriminación"; la prevención es la solución.

 

La soberanía es una olla vacía si su accionar como hasta ahora son violentar derechos, humillar, abusar, manipular, vejar, sembrar odio y matar.