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Opinión | Amparo Chantada/Arquitecta y analista social

El viajero sabe que todas las capitales latinoamericanas presentan una imagen lacerante e impresionante con sus favelas, sus barrios marginales enmarcando en general otra ciudad: la formal.

 Sea Caracas, Bogotá, Medellín, Río o Santiago, todas tienen barrios o laderas urbanizadas por familias humildes que vinieron de sus respectivas áreas rurales, sin empleo, sin ahorros: mismo fenómeno, mismas causas, misma realidad. Una de cada tres familias latinoamericanas, 59 millones de personas, reside en una vivienda inadecuada, construida en total precariedad, sin servicios básicos y en total ilegalidad. Santo Domingo y provincia tienen laderas y riberas de ríos y su periferia con iguales barrios. Casi 69 % de las familias dominicanas viven en esas condiciones por falta de ingresos fijos, de tierra y de ahorros. (César Bouillon, BID, 2015).

Para enfrentar esa realidad se diseñó, desde el Estado dominicano, en 1982, un proyecto llamado INVIVIENDA pero a la fecha (2015) no se ha concluido; en Bávaro, se diseñó “Pueblo Bávaro” pero también tuvo problemas, para los dominicanos del exterior, el INVI prometía la inversión soñada pero… fracasó también; el BNV había diseñado “Prado de la Caña” y se hizo a medias, ahora el Estado promociona Ciudad Juan Bosch.

¿Quién fue el iluso que imaginó que construir 25,000 viviendas es “paja de coco” o que alojar a cien mil personas en una zona rural es una pendejaíta? Concebida en tierras del CEA, lejos de la zona urbana, Ciudad Juan Bosch, como la Circunvalación, tendrá una primera y segura consecuencia: 1º la liberación de tierras para el sector inmobiliario privado que venderá proyectos aislados y sin servicios. 2º Ciudad Juan Bosch, con subsidio y bajo inicial, corre el peligro de ser un fracaso más y con este, poner en peligro los fondos de pensiones.

El Estado Dominicano debía haber iniciado simultáneamente con las casas, todas las infraestructuras y servicios de una “nueva ciudad”: el hospital, la maternidad, los liceos, las escuelas públicas, el polideportivo con las redes viales, eléctricas, de agua y alcantarillado. ¿es el caso? No.

De la experiencia, sabemos que las necesidades sociales son indisolubles y todas prioritarias, para ser exitosas, Ciudad Juan Bosch debe satisfacerlas todas, sino corre el riesgo de ser una ciudad-ghetto, fantasma por inconclusa, además de un fracaso financiero: que el proyecto URBI y del INFONAVIT en México que fracasó, sirva de experiencia como aquí el Invivienda y Boca de Cachón.