A propósito de este 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, y las actividades que se realizan en conmemoración de ésta fecha, es una oportunidad para reflexionar sobre las mujeres negras, populares y descendientes de migrantes en el contexto actual.
Las mujeres en República Dominicana están viviendo la violencia de muchas maneras: feminicidios, violencia intrafamiliar, violencia laboral. Hemos constatado como el año 2024 cerró con la infame estadística de 71 mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas según datos de la organización no gubernamental “vida sin violencia”.
También hemos visto como el caso de la joven Paula Santana Escalante mujer trabajadora de una empresa de Zona Franca en Las Américas encontrada sin vida, con signos de abuso sexual y estrangulamiento el 21 de febrero del 2024, en una alcantarilla en las instalaciones de la empresa donde laboraba. Vuelve a la palestra pública apuntando la necesidad del esclarecimiento de este crimen y la conversación alrededor de la seguridad de las mujeres populares.
En la actualidad la violencia digital hacia las mujeres ha ido en aumento poniendo sobre la mesa la situación de las defensoras de derechos humanos en el país, según datos de El Centro de Orientación e Investigación integral (COIN) más del 60 por ciento de las mujeres dominicanas han sido víctimas de violencia digital lo que ha provocado que muchas mujeres abandonen las redes sociales.
También en el caso de las que hacen vida política el abandono sistemático del debate público por el constante ciberacoso que incluye amenazas de muerte, exposición constante en las redes sociales, acarreando mensajes de odio. Es el caso de las activistas que luchan por la restitución de la nacionalidad de dominicanos de ascendencia haitiana y los grupos afro dominicanos, constantemente acosados en redes sociales, estigmatizadas por la lucha que llevan a cabo, expuestas en plataformas digitales por personas con usuarios ocultos pero con acciones claras que incitan al odio.
Este hostigamiento se transfiere de la esfera digital a la realidad, ejemplo de esto lo ocurrido durante la participación musical del grupo de Salve de Corina, en la conmemoración del 8M en el parque independencia de esta capital: un efectivo de la policía nacional arremetió violentamente contra las cantantes populares diciendo que estaban cantando en Kreyol, desconociendo que la Salve son cantos a capela, acompañados por instrumentos de percusión tradicionales de República Dominicana y el Caribe.
Esta intervención violenta de la policía pone en evidencia la vulnerabilidad de las mujeres en República dominicana pero sobre todo de las mujeres negras, migrantes y de ascendencia Haitiana y la estigmatización a la cultura afro.
Nos encontramos en un contexto delirante donde la narrativa imperante apunta a negar derechos fundamentales, donde los organismos represivos del estado están atento a todo lo que huela a raíces afrodescendientes, lo que da cuenta de la violencia estructural hacia las mujeres negras, migrantes, de sectores populares y portadores de la tradición.
Otro caso que me parece importante destacar es el de la activista por el derecho a nacionalidad de dominicanos de ascendencia haitiana Epifanía St Chals, que en vísperas del 8 de marzo en la comunidad La Higuera, ubicada en la provincia El Seibo fue agredida, cuando pretendió grabar la incursión de policías a su propiedad: los policías la acusaban de tener migrantes ilegales escondidos, entraron al predio sin orden judicial denuncian Epifanía y el movimiento reconocido al que pertenece, cuando intentó grabar la situación uno de los policías le arrebató el teléfono, fue sujetada por el cuello y amenaza con ser asfixiada, todo esto sucedió frente a sus hijos menores de edad, en un claro ejercicio de brutalidad policial.
La actualidad en República Dominicana está marcada por un evidente retroceso en las conquistas sociales y políticas que a lo largo del tiempo se han batallado en las calles y han costado sangre a muchas personas.
El auge de grupos anti derechos y la propagación de una narrativa negacionistas a través de medios digitales, generan un impacto importante en una población que repite sin recordar, repite sin constatar, argumentos racistas, xenófobos y sexistas, clasistas articulados por las elites locales, argumentos que tarde o temprano pasan facturas negativas en la realidad.
Este 8 de marzo de 2025 encuentra a las mujeres del campo y comunidades periféricas de la República Dominicana luchando por el acceso pleno a sus derechos culturales, políticos y sociales.
Fotos:
Portada: Francisco Monroy Sánchez
Interior: Iman Noor
Vídeo https://www.instagram.com/reel/DG8herHO05v/?igsh=NmlmanZuYzE4amNw