En estos días más que nunca ha quedado claro para todos/as que la República Dominicana enfrenta en su sistema estructural de justicia, gobernabilidad y partidario un debilitamiento de tal magnitud que hasta me atrevo asegurar que pone en riego todos los sectores del país.
Las acciones que en los últimos días han venido ocurriendo en el sistema de justicia más las últimas pretensiones de modificación constitucional han sido consideradas por casi toda la ciudadanía como vergonzosas. Nuevamente he vuelto a escucha que la Constitución Nacional no es más que un pedazo de papel, la cual todos/as pretendemos defender pero que la usamos para nuestras más sucias canallada cuando nos conviene.
Aunque parezca cruel mucha veces estos ha sido asi, estudiando las distintas modificaciones que se le ha hecho a nuestra carta magna desde el 1844 hasta la fecha casi siempre ha sido por este tipo de jugarreta, reelección, poder, reelección, poder, reelección poder, pero yo soy de las que creo que de todo se pueda sacar cosas buenas y positivas y si nuevamente nos someteremos a una modificación constitucional, yo aspiro que con las misma se pueda además, enderezar alguno entuerto que tiene la constitución actual.
Me refiero a temas como son el de nacionalidad y ciudadanía (para dar repuesta a lo que ha dicho la CORTE-CIDH), en relación a los derechos de la mujeres y me refiero específicamente a la parte del aborto que ha sido un clamor de las mujeres de este país, temas medios ambientales recursos naturales y de territoriedad, salud educacion,
También creo que nos tenemos que dar la oportunidad de visibilizar algunos derechos que no están contemplado en nuestra actual constitución y que es necesario darle el carácter fundamentar como son los de no discriminación por orientación o preferencia sexual, los derechos sexuales, reproductivos, que estos incluya servicios de educación sexual, servicios de salud sexual y reproductiva sin discriminación para todos/as y por último y no menos importante la definición de quienes somos como dominicanos, el realzar nuestras raíces negras, tainas e hispánicas.
Por lo que propongo que si realmente nos veremos nuevamente en la jugarreta de una reforma constitucional por ceder a una necesidad política utilicemos el momento para arreglar y resolver entuerto que están dejando en situación de vulnerabilidad a ciudadanos dominicanos, que no todo sea para reelección.