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Opinión | Amparo Chantada/Arquitecta y analista social

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Siguiendo la lectura de los documentos publicados vemos que: La Cruz Roja Americana recibió más de $486 millones en donaciones para Haití. Se dice que 2/3 del dinero fue invertido en los esfuerzos de socorro y recuperación, aunque los detalles específicos son difíciles de conseguir. El consejero delegado de la Cruz Roja Americana tiene un sueldo de más de 500.000 dólares al año.

 - Hay un contrato conjunto de $8,6 millones entre la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) con la empresa privada CHF para la remoción de escombros en Puerto Príncipe. CHF es una empresa de desarrollo internacional políticamente bien conectada con un presupuesto anual superior a los $200 millones, cuyo CEO cobró $ 451.813 en 2009.

- Los presidentes George W. Bush y Bill Clinton recaudaron fondos desde el 2010. A partir de octubre de 2011, el Fondo había recibido $ 54 millones en donaciones. Aunque la mayor parte de su trabajo parece ser admirable, ha donado $2 millones para la construcción de un hotel de lujo haitiano de $29 millones.

- Aprovechando el desastre, Lewis Lucke, un coordinador de ayuda de alto rango de USAID, se reunió dos veces en su calidad de USAID con el Primer Ministro haitiano inmediatamente después del terremoto. Él renunció a la agencia y fue contratado por 30.000 dólares al mes por una corporación de Florida Ashbritt (ya conocida por su gran oferta no otorgada en Katrina) y un socio próspero de Haití para presionar para los contratos de desastre.

A Ashbritt y sus socios haitianos se les concedió antes 10 millones de dólares sin contrato de oferta. Lucke dijo que él desempeñó un papel decisivo en la obtención de otro contrato de $10 millones del Banco Mundial y otro más pequeño a partir de CHF Internacional antes de que su relación terminara.

- A casi dos años después del terremoto, menos del uno por ciento de los $ 412,000,000 en fondos de EE.UU. destinados específicamente a las actividades de reconstrucción de la infraestructura de Haití se habían gastado por la USAID y el Departamento de Estado de EE.UU. y sólo un 12 por ciento incluso fue obligado de acuerdo con un informe de noviembre 2011 de la Oficina de Contabilidad del Gobierno de EE.UU. Y de esa contabilidad surgen las preguntas evidentes ¿A dónde están las autoridades haitianas para imponer su visión de Estado, de planificador del territorio?