Contáctenos Quiénes somos
Opinión | Amparo Chantada/Arquitecta y analista social

Desde los años 80s venimos señalando los inquietantes problemas ambientales de .R.D, producto de un modelo de desarrollo que consideramos equivocado y sobre todo, no planificado territorialmente y regionalmente y por lo tanto, siempre asumimos una crítica a la gestión ambiental del Ministerio, que no desligamos de otros ministerios.

 

El saqueo de los ríos no se analiza sin cuestionar la industria de la construcción y sus técnicas de construcción, la deforestación se asocia al conuquismo pero a su vez a la falta de políticas de apoyo a la pequeña unidad familiar campesina, el deterioro de las playas, el avance del mar, la desaparición de las barreras y bancos de corales no se pueden disociar de las construcciones en playas de espigones, marinas y otras instalaciones sin respetar los límites de plenamar y normar por ejemplo, los golfs por su consumo excesivo de agua, la contaminación urbana se asocia a la falta de equipamientos sanitarios, a la formación de barrios “informales” pero debemos denunciar la falta de política de vivienda social, de titulación de tierras, al poco estímulo a la autoconstrucción etc..

El resultado es que como pequeño territorio, con poblaciones costeras, valles sobredensificados, además como “Isla” somos de los más vulnerables del Planeta: la elevación del nivel del mar, expuesto a corrientes marinas intempestivas del hemisferio Norte, los cambios de estaciones, profundización de sequías y expuestos a los alisios y vientos del Sahara, deberíamos tomar consciencia que todos los ecosistemas se fragilizan, se modifican y deberíamos discutir constantemente alrededor de investigaciones científicas (que no son periodísticas) esas manifestaciones que nos sorprenden cada vez más con los “brazos cruzados” como la elevación permanente de las aguas de la Hoya de Enriquillo.

Las islas del Pacífico son ya evacuadas en parte y sus poblaciones consideradas “como refugiados climáticos” y reubicadas en Nueva Zelandia y Nueva Caledonia, Haití se incluye en esa perspectiva sin retorno y su población obligada a emigrar a donde la necesitan y en un tercer lote de países, todos los pequeños Estados, Isleños sobre todo tanto del Caribe, del mar Mediterráneo y del mar de China que sufrirán las embestidas de ciclones, lluvias, sequías afectando su producción y condición de productividad.

Estos países deberán replantearse su “modelo de desarrollo”, esa ambigüedad por ejemplo entre turismo/minería/biodiversidad, su protección a la cobertura vegetal y protección a sus poblaciones pobres, las más expuestas a esos cambios del clima.

Seguiremos.