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Opinión | Miguel Ángel Cid Cid/Consultor Internacional

Haití es un país sui géneris. Y entre todas sus particularidades está la de tener dos monedas de curso legal y una tercera que es ficticia. Tiene el Gourde,que es la moneda oficial de la nación y el dólar estadounidense, que circula como si fuera la moneda nacional.

Pero también existe el Dólar haitiano, una moneda que corre en la mente de aquellos haitianos que negocian con personas ingenuas. 

Un dólar haitiano, le dicen a los incautos,equivale a cinco Gourde. No obstante es el mismo gourde metálico en una denominación de cinco, similar a los cinco pesos dominicanos. 

Esas mismas peculiaridades están pasando a éste lado de la isla,  pero no en el sistema monetario, sino en el corazón del país político. 

Ahora bien, ¿Qué tiene que ver  una cosa con la otra? 

La comparación anterior la traigo a colación, en realidad, como un recurso figurativo que acopla naturalmente aquella particularidad haitiana con la coyuntura electoral actual en nuestro país.Aquí existen tres frentes opositores dizque para enfrentar la posible reelección del Presidente Danilo Medina. De estos tres frentes, dos son reales. El tercero es artificial. 

Primer Frente Opositor real 

Saliendo airoso de su convención interna, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), con Luis Abinader como su candidato presidencial  y el apoyo del expresidente Hipólito Mejía, se  posicionó en el contexto electoral como la fuerza más importante en la conformación de un frente electoral. Se afincó, sin duda, como la más poderosa fuerza  electivacon miras a desplazar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el fatídico Frente Patriótico del gobierno. Coalición que dirige desde 1996 el Estado Dominicano. 

Segundo Frente Opositor real 

La novedad política de la presente coyuntura electoral dominicana la constituye el partido Alianza País que dirige el Dr. Guillermo Moreno. En las encuestas de preferencia electoral y sondeos de opinión realizados en los últimos meses, esta organización política emerge como la tercera fuerza electoral del país.El crecimiento de Moreno y Alianza País es producto de una agresiva campaña anticorrupción y una ardua labor organizativa en todo el territorio nacional. Se ha convertido, como resultado de ese paciente trabajo,en la representación natural de sectores de izquierda moderada y de parte de la población independiente,así como de integrantes de la llamada sociedad civil. Concita, además, a peledeístas y perredeístas descontentos. 

Tercer Frente Opositor artificial 

Lasdesacertadas políticas en el plano institucional interno y electoral puestas en marcha por el Ing. Miguel Vargas Maldonado (MVM) como presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) empujan a este partido, de manera exponencial, a la hecatombe. Medidas que forzaron la salida del expresidente Mejía, quien salió acompañado de casi la totalidad de la dirección nacional, los cuadros medios del partido, así como el liderazgo local comunitario. 

Haciendo gala de su coherencia incoherente el Ing. Vargas Maldonado ya anunció su frente opositor a su medida, único “capaz de desplazar el PLD del gobierno”. Como es lógico, este frente lo encabeza el PRD como la primera fuerza política del país, (según los resultados de las elecciones del 2012) y él como el líder indiscutido de esta organización política. 

De su lado, con la oposición dividida en dos pedazos y una ilusión cantinflesca, todo parece indicar que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su lúgubre Frente Patriótico, lucen seguros vencedores de la contienda electoral de mayo del 2016. Así se lo creen estos. 

Para sellar este eventual triunfo se encaminan a reformar la Constitución de la República, con el único propósito de restablecer la reelección presidencial, y darle paso al Presidente Danilo Medina para quese postule como candidato ¿infalible?, según las encuestas. 

 

He aquí “el clavo en el zapato”.Restablecer la reelección presidencial. Con el reciente discurso lastimero y confrontacional del Dr. Leonel Fernández Reyna, quien aspira ser candidato a la presidencia en las elecciones del 2016, se perfila la inminente división del PLD. O, en caso de que recoja lo dicho, como se ha anunciado, Fernandez Reyna ha estremecido la sólida base de su partido. Por tanto, la continuidad del PLD en la dirección del gobierno está en veremos.