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Opinión | Telésforo Isaac / obispo Iglesia Episcopal Dominicana

Generalmente uno de los temas  en la Cuaresma cada año,  se versa sobre las primeras tentaciones hechas a Jesús el Cristo, que se encuentra en Mateo 4: 1-11,  y contiene la forma magistral  de su rechazo a las mismas.

Estas deben servir de motivación espiritual y modelo de conducta de dirigentes religiosos,  políticos,  profesionales,  industriales, comerciantes, militares, policiales, sindicalistas, financieros,  en fin a toda persona creyente o de buena voluntad.

La forma de pensar, y actuar siguiendo el patrón de Jesús de Nazaret, se destaca en la Cuaresma (los cuarenta días antes de la crucifixión), y debe continuar siempre durante la vida terrenal de todos.

Durante la Cuaresma y más allá,  la historia de la tortuosa insinuación diabólica hecha a Jesús,  su formidable rechazo de la misma, debe servir para sensibilizar la conciencia, rectificar  la mente, modelar  la conducta, definir el carácter, y hacer patente una forma apropiada para imitar.  

Fueron tres las pruebas que la maligna mentalidad  presentó al Rabí de Galilea,  y las respuestas de él se basaron en citas del libro de Deuteronomio 8:3ss) dando vigencia del poder divino en  las Santas Escrituras.

Jesús fue bautizado en el río Jordán y luego pasó un largo tiempo en un lugar solitario en oración y ayuno.  (Mateo 3: 15-16)

La primera tentación diabólica fue: “Si de veras eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras  se conviertan  en pan…”. A esta Jesús respondió: “La Escritura dice: No solo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios”. (Mateo 4: 4).

La segunda prueba  de tentación fue llevada a cabo en la parte más alta del templo en Jerusalén, donde Jesús había subido. La prueba demoníaca fue así: “si  de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque la Escritura dice: Dios mandará que sus ángeles te cuiden”. Pero,  Jesús respondió rechazando la tentación, diciendo y reafirmando lo que dice la Escritura: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”. (Mateo 4: 7b).

La tercera  y última tentación en esta ocasión fue en un cerro  muy alto de donde se podía ver y contemplar el ambiente del mundo secular con su esplendor de poder secular y las grandezas de la magnificencia  material. La presentación diabólica fue: “Yo te daré todo esto, si te arrodillas y me adoras”. A esta tercera impertinencia diabólica, Jesús respondió: “Vete, Satanás, porque la Escritura dice: adora al Señor tu Dios, y sírvele solo a él”. (Mateo 4: 10).

Sin duda alguna,  estas virtuosas respuestas de Jesús a las insinuaciones diabólicas, pueden y deben servir de escarmiento a los malos pensadores,  actores malintencionados, y corruptos que  abundan en el país.

Por tanto,  se exhorta a los  que busquen moldear sus pensamientos  y conductas,  para que cada día,  sean más como Jesús  el Cristo. Tenga pues: paz, rectitud, benevolencia,  santidad, sosiego, voluntad para crecer y sostenerse más y mejor. Se reafirma que haya avances continuado en aquellos que tengan oído para oír, ojos para ver con más claridad, mente para pensar en las bienaventuranzas,  corazones para amar, y que el Gran Poder de Dios sea fortaleza para todos.

 Telésforo Isaac

Obispo emérito Iglesia Episcopal/Anglicana

Colaborador permanente de Espacio Insular