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Opinión | Telésforo Isaac / obispo Iglesia Episcopal Dominicana

Lo que está sucediendo en la actualidad en el país con las contrariedades esquivadas de justicia ante hechos fehacientes de corrupción, impunidad, prevaricaciones, y otros males de inmoralidades por un lado, y por otro ángulo, faltante de carácter o con perfil de cometer abusos de poder.

La historia bíblica de “La Viña de Nabot” y el libro de Sumner Welles pueden ser comparados con la desidia del rey Acab, y la intrigante desvergüenza de Jezabel su mujer.

La leyenda de la “Viña de Nabot” es bien conocida en el país por el libro escrito  por Sumner Welles durante sus funciones diplomáticas en la Republica Dominicana entre 1922 al 1925, y por su analogía que para él representaban algunos de los políticos que gobernaron el país entre los años 1844 a 1924.

En la presentación de la tercera edición en castellano del libro de Welles, auspiciado por el Banco de Reservas en el año 2006, el distinguido intelectual don Daniel Toribio, manifestó que: “El libro de Sumner Welles ofrece una interpretación de la historia dominicana, que tiende a subrayar la fragilidad institucional y la preeminencia de nuestra historia de líderes con personalidades complejas…” (La Viña de Naboth”, Parentación, 3ra edición en español, página 13).

Es atendible reiterar ahora, lo dicho por el Dr. Toribio y poner atención con preocupación de lo que sucede continuamente; pues, parecen interminables  los señalamientos y acusaciones que se hacen influyentes personajes, políticos activos, funcionarios gubernamentales, miembros de las fuerzas armadas, cohortes de la policía, segmentos de la justicia, y otros que forman parte del séquito que dirige los estamentos importantes  de la nación que actúan como Acab y Jezabel, o como los pasados gobernantes del país.

El libro del señor Welles parece que perdura en analogías en muchos aspectos de la condición y forma de ejercer funciones de políticos en países de Latinoamérica y de manera  obvia en la República Dominicana.

Lo que está sucediendo en la actualidad en el país con las contrariedades esquivadas de justicia ante hechos fehacientes de corrupción, impunidad, prevaricaciones, y otros males de inmoralidades por un lado; y por otro ángulo, faltante de carácter o con perfil de cometer abusos de poder. La historia bíblica de la “Viña de Nabot” y el libro de  Sumner Welles pueden ser comparados con la decidía del rey Acab, y la intrigante desvergüenza de  Jezabel su mujer.

Hay motivo para comparar la aludida historia de la negativa de Nabot de vender al rey Acab quien se comportó de manera triste y malhumorado, y de su mujer Jezabel, quien reaccionó de manera despótica endilgando a su esposo de no “tener carácter y ser cobarde, porque como rey él tenía poder de actuar para conseguir su deseo”. Vemos que en consecuencia de esa actitud, ella actuó con lamentable siniestra conducta que puede ser considerada como de una de las personas más engreídas de la historia conocida, que ha abusado de su poder de manera deplorable al hacer que condenaran a Nabot con acusaciones de testigos falsos por jueces indignos.

El mal uso del poder de las autoridades de antaño, parece seguir el curso de manera similar a través de los años. Es lamentable ver muchos casos ahora de ejecutivos en países con la misma conducta del pasado donde, debe prevalecer la ética-moral, los derechos humanos, la honestidad, la transparencia, y la activa presencia de proyectos para el bien común.

Telésforo Isaac

Obispo Emérito Iglesia Episcopal/Anglicana