La muerte del ciudadano haitiano que fue colgado en un parque céntrico en Santiago debe ser manejado con cuidado. La policía tiene que hacer una investigación cuyos resultados deben ser transparentes y no dejar ninguna duda, tanto en lo nacional como en lo internacional.
Si se precipita e inventa el daño será atroz para el país. Hay que ser prudente y decir la verdad.