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Opinión | Miguel Ángel Cid Cid/Consultor Internacional

La camioneta roja marca Chevrolet Silverado del año 1994 que simulaba subir por la pared del edificio de la Santo Domingo Motors, fue desmontada el pasado lunes 19. Tenía 26 años colgada allí.

El muro “Imágenes de Nuestra Historia” en Facebook cuenta que la camioneta fue colocada en lo alto de la fachada para reconocer la integridad de un gerente de la compañía.

Resulta que un gerente medio de la compañía sufrió un accidente que afectó la parte frontal del vehículo. Al ver lo feo que quedó el vehículo decidió presentar el caso a sus superiores. La angustia del empleado era mayor que la culpa.

Pero él gozaba de una sólida reputación de honradez e integridad, dentro de la empresa. Los ejecutivos superiores valoraron la ética del servidor, razón que primó para que le tomaran la palabra y no dudaran de su testimonio. De modo que, en vez de amonestarlo, decidieron aprovechar el momento para exaltar la responsabilidad demostrada por su trabajo durante años en la compañía. Fue en su honor el acto de fijar la camioneta Chevrolet S 10 roja en las alturas de los exteriores del edificio de la Santo Domingo Motors.

Desde entonces lleva un cuarto de siglo corriendo en dirección al cielo. La empresa automotriz afirma que cada cierto tiempo la camioneta es desmontada para ser repintada y darle mantenimiento.

Esa imagen de la camioneta subiendo por la pared del edificio impresionó a los transeúntes. Se convirtió pronto en un ícono en la memoria colectiva de la ciudad de Santo Domingo, en un buen punto de referencia. En las veces anteriores que fue desmontada, nunca había causado tanto revuelo como ahora.

En las redes hubo múltiples reacciones sobre el tema. Unos exigieron reponer lo antes posible la camioneta roja en su lugar. Otros amenazaron hacer piquetes y marchas con camisas rojas para obligar que pongan la camioneta roja en su sitio. Lo que prueba que ese símbolo es un patrimonio cultural de la ciudad de Santo Domingo.

En la página de la empresa, un usuario de Instagram dijo que “deben pedir permiso a Cultura para mover esa camioneta”.

Los periódicos El Caribe y El Nuevo Diario publicaron sendas notas reseñando el acontecimiento. Noticias SIN hizo lo propio.

Antes de un cibaeño viajar a Santo Domingo sus amigos, para orientarlo, le dicen, -- tu pides parada desde que veas la camioneta roja subiendo el edificio--. Por esto otro usuario preguntó, ¿cómo sabrán ahora los cibaeños que llegaron a la Capital? ¿Con qué se sorprenderán los santiagueros cuando viajen a la “Capitai”?

¿Será que los ejecutivos de la Santo Domingo Motors pretenden desorientar los santiagueros para que no lleguen a la Capital?

Un opinador más sosegado comentó que “ya en otras ocasiones la han bajado para pintura, cambiarles los soportes y demás mantenimiento”. Un seguidor le respondió “que la pongan porque me encuero frente a la empresa”. Y luego exclamó, “¡Suenan tambores de guerra!”

Sonia Valenzuela, quien dice trabajó en la Santo Domingo Motors en el tiempo que fue instalada la camioneta, asegura que la idea fue de Don Amadeo Barletta. Por esto, Valenzuela duda que el retiro del vehículo sea definitivo. Ella cree que ese recuerdo se mantendrá vigentes por siempre.

Hay quien asegura que el retiro se debe a que la energía de la temporada ciclónica del 2021 viene demasiado fuerte y es un peligro esa camioneta subiendo por ahí.

Javier Rivas fue más lejos y le escribió una décima que publicó en el muro de Bienvenido Pantaleón en Facebook. Una estrofa dice:

“Esta Camioneta / No prende con maña / Y escala edificios / Como el Hombre Araña”.