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Opinión | Miguel Ángel Cid Cid/Consultor Internacional

Durante sus 82 años de existencia, la Liga Municipal Dominicana, nunca tuvo la oportunidad, como ahora, de materializar su misión. Eso de promover el desarrollo municipal, mediante el apoyo técnico y la capacitación, para que las alcaldías brinden servicios de calidad a la población, era letra muerta.

La corrupción y el clientelismo, entre otros manejos politiqueros, se comían la institución. Pero con las nuevas autoridades luce que las malas prácticas quedarán en el pasado.

Creada en diciembre de 1938, no es hasta agosto de 1954 que la Liga adquiere personalidad jurídica. La Ley No. 3896 la instituye como un organismo autónomo. Una autonomía que perdió en el año 2007, cuando la Ley 176-07 le quitó la prerrogativa de distribuir los recursos que el gobierno transfiere a los ayuntamientos del país. Su presupuesto es determinado entre ella y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. Desde entonces, la trasferencia del presupuesto anual a la LMD baila una suerte de vals de un año presupuesto corto y el otro de presupuesto largo. Vaivén que no tiene explicación a simple vista.

Se recuerda que hay movimientos municipalistas y activistas sociales que quieren eliminar la Liga Municipal Dominicana. Y por muy buenas razones, si nos atenemos a las conductas impropias, ya señaladas, de sus autoridades en el pasado. Dichas corrientes parece encuentran asidero en el propio Ministerio de Economía. Pero la actitud y aptitud de las nuevas autoridades le da la razón a quienes creen que, en vez de eliminar la Liga, es mejor transformarla.

Víctor José D’Aza Tineo, Secretario General de la institución, en consecuencia, se hizo acompañar de un formidable equipo con capacidad y liderazgo para propiciar el cambio deseado. Es cosa del pasado ver un grupo de burócratas ociosos que tropiezan en los pasillos de la Liga.

La Liga está compuesta por seis subsecretarías. En tres de ellas Víctor designó a tres expertos y, en las otras, a tres expertas. Es decir, sin bulla D’Aza Tineo decidió en los puestos claves concretar la equidad de género.

Colocó a Juan Humberto Santos en la subsecretaría de Apoyo Municipal al Desarrollo Social, a Pedro Hernández en la de Planificación y Desarrollo Institucional y a Vicente Ignacio Ditrén Flores en la de Apoyo Municipal de Obras Públicas, Planeamiento y Ordenamiento Territorial, por un lado. Y por el otro lado, a Mayrelin García en la de Gestión y Asistencia Técnica Municipal, a Lourdes Mirabal en la Administrativa y Financiera y a Karen Ricardo en la de Relaciones Internacionales.

El reconocimiento a la equidad de género no se quedó ahí. El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se inauguraron nuevas oficinas en las propias instalaciones de la LMD para la Unión de Mujeres Municipalistas Dominicanas (Unmundo).

Por otro lado, la subsecretaría de Planificación y Desarrollo Institucional, que encabeza Pedro Hernández, formuló el plan operativo para el 2021. Y como resultado de la evaluación del primer trimestre de ese plan se desprende la creación de la Comisión Consultiva. El objetivo de los comisionados es “promover la participación social activa y responsable de personalidades y organizaciones de la sociedad civil, en forma consultiva, en las labores de la LMD”. Una iniciativa que busca insertar a la institución en la dinámica de desarrollo del país, al través de los ayuntamientos y sus munícipes.

Cae como anillo al dedo, el debate de hace años sobre la necesidad de reformar la Ley 176-07 que en la actualidad rige el Distrito Nacional y los ayuntamientos. La Liga Municipal, hasta ahora, se limitó a formular, sin integrarse a las discusiones, su propia versión de propuesta de cambios a la eventual nueva Ley.

La Comisión Consultiva, en consecuencia, trabaja en la integración activa y directa de la Liga Municipal en los debates sobre esa reforma. En la sesión más reciente se elaboró la tercera versión a la propuesta de modificación. Se espera que próximamente se pueda sacar la cuarta versión definitiva para entregarla al Congreso Nacional.

Los perros no han ladrado, pero ladrarán. Y tengo por sabido que, si se profundizan cambios de gran calado en la LMD, en vez de ladrar, aullarán. Ese equipo de todos estrellas trabaja echando las piedras a la orilla del camino para transitar con libertad por la carretera de la institucionalidad debida y ardientemente deseada por la mayoría del pueblo dominicano.