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Opinión | Por Gisell Rubiera Vargas, M.A.

¡Hay más satisfacción en dar que en recibir!.  

Decía la madre Teresa de Calcuta: “Da hasta que te duela y cuando te duela, da más”.  Dar es uno de los gestos de amor más noble, de desprendimiento y generosidad que puede tener un ser humano.

No solo se trata de realizar una labor por altruismo o por beneficios particulares o por presumir el ego, sino del momento cuando somos capaz de colocar por delante el bienestar de los demás, para lo cual ponemos a disposición de las personas y las comunidades, nuestras ideas, oportunidades, motivaciones, innovaciones y emprendimientos. 

Y es que estas características son propias de ciudadanos que poseen una sensibilidad social particular, por lo cual son capaces de conectarse con las necesidades de esos pueblos, despertando en ellos la necesidad de desarrollar soluciones que puedan ser sostenibles en la comunidad y que a la vez aporte con la transformación cultural, estilo de vida y sueños de la gente. 

Estas personas tienen un nombre y son llamadas como “emprendedores sociales”. 

El término de “emprendedor social” es relativamente nuevo, aunque no su concepto e implementación. 

En la actualidad existen varias definiciones de emprendedor social, más consideramos que la otorgada por la Schwab Foundation para el Emprendimiento Social, es la que más conecta con la esencial de un emprendedor social, y es la que se refiere al modelo para el cambio social que combina la misión de servir a las poblaciones más vulnerables del planeta junto con los principios del emprendimiento y buenas prácticas del sector privado para crear un mundo más justo, equitativo y sostenible.

Un emprendedor social sabe identificar la forma de conectar sus sueños con las problemáticas sociales para diseñar soluciones. Es persistente en la lucha de construir nuevas ideas que provoquen cambios a gran escala. 

¿Cuál es la motivación de un emprendedor social?

La naturaleza de un emprendedor social no es de tipo política o personal. Su interés no radica en solo visibilizar los problemas y dejar las soluciones a los gobiernos, los industriales u organismos internacionales, su compromiso va más allá, pues piensa cómo el mismo puede diseñar una solución a la causa desde su posición y conocimientos. 

Los emprendedores sociales, suelen ser entes activos en la sociedad, son sujetos que piensan diferente a la mayoría, y ven en los problemas oportunidades de hacer algo nuevo. No buscan responsables o culpables, se empoderan.  

Un emprendedor social es un ser apasionado y comprometido con el desarrollo y progreso de la gente de manera sostenible.

¿Por qué es tan difícil ser emprendedor social?

A pesar de todas las cualidades que poseen los emprendedores sociales, existen condiciones de tipo externa que determinan el surgimiento de estas nuevas iniciativas que suelen limitar la posibilidad de realización de los mismos. 

Y es que, al ser proyectos destinados a resolver problemáticas sociales específicas y cuyo fin principal no es mercadearse y generar recursos económicos, resulta más complicado conseguir fuentes de financiamiento que apuesten y confíen en las ideas planteadas, lo cual complica la posición del emprendedor.

Afortunadamente, a nivel mundial existe un movimiento de apoyo fuerte al emprendimiento social, proveniente de muchos organismos internacionales, quienes promueven y están apoyando cada vez más las prácticas que generen economía responsable y sustentables. 

Organismos como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), mediante sus respectivas agencias, ofrecen apoyo a este tipo de iniciativas de impacto social, mediante fondos a los que los emprendedores pueden aplicar por concursos abiertos.

Algunos países han empezado adoptar algunas políticas que favorecen este tipo de actividad, visibilizando sus logros y reconociendo el impacto que los mismos generan en los sectores beneficiados. 

Para culminar, quiero dedicar este escrito a mis amigos y amigas que ha puesto rostro y emociones al Emprendimiento social, poniendo a disposición de la sociedad y las comunidades su formación, capacidades y conocimientos para desarrollar iniciativas y proyectos que ciertamente han beneficiado y causado impacto en la sociedad, todo por amor y pasión a lo que hacen. 

Este artículo va para ustedes, los que también llevan dentro de sí la semilla de la curiosidad, la idea y la invención. Así que, creen, confíen y sobre todo nunca se den por vencidos porque como ya he dicho, el dar, de corazón, es una de las satisfacciones más grande que puede tener un ser humano.