Espacio de Comunicación Insular-ESPACINSULAR está cumpliendo diecisiete (17) años en este mes de agosto de 2022: celebremos pues la esperanza que esta iniciativa ha sabido mantener iluminada en una isla actualmente sumida en la sombra de la edificación de un muro de la vergüenza.
Estamos felices de conmemorar un aniversario más de esta iniciativa de comunicación que se define a sí misma como binacional (dominico-haitiana), alternativa y orientada a promover y defender en la isla común los derechos humanos, en particular, el derecho a la comunicación e información.
Iniciativas como éstas, por más que sean relevantes y pertinentes, no suelen obtener el apoyo necesario y suficiente para su funcionamiento administrativo y auto-sostenimiento institucional porque hablan otro lenguaje que no es el del dinero, ventajas económicas, rentabilidad y beneficios financieros, sino el de la solidaridad, buena voluntad y cooperación.
Se trata de un lenguaje que desgraciadamente tiende a desaparecer en una isla, dominada por los intereses económicos de unas cuantas familias y grupos poderosos de los dos lados, así como en un mundo capitalista neoliberal.
Sin embargo, hay un puñado de “idealistas” que seguimos hablando este lenguaje utópico, soñando con una comunicación entendida y practicada como un derecho humano fundamental y deletreando estas palabras casi poéticas que apuestan por unas relaciones binacionales fraternas, solidarias, hospitalarias.
Vale la pena subrayar que ESPACINSULAR nació un 16 de agosto a inicios de este nuevo milenio, exactamente en 2005. El año 2005 fue fatídico para las relaciones entre los gobiernos haitiano y dominicano, para la frontera común, en particular, Ouanaminthe y Dajabón, y para las personas migrantes haitianas y sus descendientes en República Dominicana.
Por ejemplo, del 13 al 15 de mayo de 2005 el gobierno dominicano de entonces deportó a la frontera norte de la isla, específicamente a Ouanaminthe, a más de 2000 personas. De estas, 28 eran menores de edad, 41 dominicanos de origen haitiano con cédulas y actas de nacimiento dominicanas, 12 mayores de 60 años, 2 mujeres embarazadas. Esta personas de origen haitiano y de piel negra fueron repatriadas de manera forzada y, nos recordó Solidarite Fwontalye en un informe, en condiciones muy inhumanas: « harapientos, hambrientos, amontonados en los vehículos que los transportaban, heridos físicamente, emocionalmente y en su dignidad » ( http://www.alterpresse.org/IMG/doc/informe-expusiones.doc)
ESPACINSULAR es, en gran parte, producto de su contexto de nacimiento y del papel extraordinario que han tenido su fundador, el comunicador y periodista José Luis Soto, y todo un equipo que viene acompañando esta iniciativa pionera en la isla.

Es una iniciativa comunicativa e informativa pionera, en la medida en que, por ejemplo, ella rompe con la falsa dicotomía entre objetividad o neutralidad y compromiso por la justicia y los derechos humanos.
¿Cómo ser «neutros» y «neutras» cuando se violan de manera masiva los derechos humanos de las personas, en particular, su derecho fundamental a la identidad y nacionalidad, a tener acceso al debido proceso durante las deportaciones y a no sufrir tratos crueles, inhumanos y degradantes? Ante tales situaciones, ¿cómo justificar la tal “neutralidad” periodística?
¿Cómo ser «objetivos» y «objetivas» cuando el racismo y concretamente el anti-haitianismo permean los intersticios, imaginarios y estructuras profundas de un Estado e institucionalidad, dominados e influenciados por grupos nacionalistas poderosos? Ante tal estado de cosas, ¿cómo dejar que todo un Estado sea cooptado por grupos anti-haitianos decididos a excluir, a como dé lugar, cualquier elemento haitiano en la nación?
¿Acaso el periodista, la periodista no es un ciudadano, un ser humano, una persona que puede e incluso debe ser sensible al dolor humano y comprometida con los valores éticos fundamentales de solidaridad, compasión y amistad?
ESPACINSULAR ha puesto estas preguntas sobre la mesa periodística de la isla desde su nacimiento. Ha llevado, entre otros actores, a periodistas de ambos lados de la isla a hacer este ejercicio de autorreflexión tan necesario para la deontología periodística que no debe excluir las bases del compromiso ciudadano y en pro de los derechos humanos fundamentales.
“Periodismo ciudadano”, “comunicación alternativa” y “espacio comunicativo insular”: son muchos nombres que ESPACINSULAR ha dado a este esfuerzo clave que se ubica, de manera precisa, entre el ejercicio profesional y ciudadano, entre la deontología profesional y la defensa de los derechos humanos, la técnica periodística y los valores éticos y humanos.
Estos 17 años constituyen casi dos décadas desde que ESPACINSULAR trata de generar una nueva forma de hacer periodismo en una isla profundamente marcada por la violencia, el racismo, el odio, cuyas consecuencias han sido abominables, en particular, para las personas dominicanas de origen haitiano (cientos de ellas, víctimas de la apatridia) y las y los migrantes haitianos.
Pero ESPACINSULAR es también el ejemplo elocuente de cómo la maldad no ha tenido la última palabra, ya que siempre han estado presentes la amistad, la cooperación y el diálogo en las texturas más profundas de los dos lados de la isla.
Conmemorar en este mes de agosto de 2022 con ESPACINSULAR sus 17 años de vida es celebrar la esperanza en una isla que no sea dividida por el muro del odio y la soberbia, sino compartida por el puente de la solidaridad humana, la integración binacional, la cooperación fraterna y la buena vecindad.




